Siria insta a los radicales palestinos de su territorio a deponer las armas
Damasco sigue ofreciendo pruebas de su buena voluntad en la búsqueda de un acuerdo de paz con Israel. Fuentes próximas al Gobierno sirio y a los grupos extremistas palestinos radicados en este país reconocieron ayer que el vicepresidente Abdel-Halim Khaddam conminó a éstos a que depusieran las armas y apoyaran la vía diplomática para la solución de los conflictos en Oriente Próximo.
Esto es precisamente lo que espera el primer ministro israelí, Ehud Barak. En una entrevista para la cadena de televisión NBC, Barak reiteró su disposición a negociar con el presidente sirio, Hafez el Asad, pero dijo que todo depende de la voluntad de Damasco de frenar "el terrorismo en y desde Siria", y de llegar a soluciones sobre el reparto del agua, la apertura de embajadas, las garantías de seguridad fronteriza y la cooperación económica. Barak dijo que un eventual acuerdo con Siria para retirar las tropas israelíes de los Altos del Golán -que Israel capturó en 1967- no exigiría la presencia militar de EEUU, pero que podría hacer falta que se instalaran en las nuevas fronteras "unas docenas de observadores internacionales". Ayer, Clinton y Barak volvieron a reunirse para concretar la estrategia para el diálogo entre Israel y Siria, Líbano y los palestinos.Fuentes de la Administración siria confirmaron que "el vicepresidente del Gobierno, Abdel-Halim Khaddam, se reunió con dirigentes de la oposición a la Organización para la Liberación de Palestina [de Yasir Arafat, que gobierna la Automía Palestina] y les dijo que tenían que dejar la lucha armada y formar partidos políticos. También se refería a Hezbolá, radicado en Líbano". La reunión, de acuerdo con este testimonio, tuvo lugar en la capital siria a principios del mes de julio. Sin embargo, un portavoz de Hezbolá negó este extremo ayer en Beirut. "Este tipo de informaciones no merece comentarios", dijo el portavoz.
Otra fuente aseguró ayer que Khaddam había confirmado a los palestinos que Damasco "estaba a favor de reanudar las conversaciones con Israel", ahora que el dirigente del Partido Laborista, Ehud Barak, derrotó al conservador Benjamín Netanyahu en las elecciones del mes de mayo pasado y se convirtió en el nuevo primer ministro.
La visita a EEUU de Barak, concluye hoy con el compromiso político de que el proceso de paz en Oriente Próximo "va a avanzar de manera decisiva" y que su desenlace debería coincidir con el abandono de Clinton de la presidencia, dentro de un año y medio. Para ello, Barak y Clinton celebrarán reuniones cada cuatro meses. "No vamos a arrastrar los pies otros tres años", dijo Barak ayer en su segunda conferencia de prensa con Clinton, para añadir: "No dejaremos ni una piedra sin remover en el esfuerzo". El primer ministro llamó a los países árabes a que se unieran al proceso y advirtió de que "cualquier amenaza unilateral, acto de terrorismo, violencia u otra forma de agresión no tienen lugar en el proceso de paz". Clinton, por su parte, reiteró su compromiso en el relanzamiento del proceso: "El primer ministro está dispuesto a avanzar de forma decisiva y EEUU ayudará sin duda en lo que pueda". El presidente aprovechó para anunciar que el primer astronauta israelí irá al espacio con la NASA en el 2000: "Literalmente, llevaremos nuestra relación a nuevas alturas".
El domingo por la noche, en la cena de gala en honor de Barak y ante 400 invitados, entre los que se encontraba Leah Rabin, la viuda del primer ministro asesinado, Clinton calificó a su anfitrión de "condecorado combatiente que tiene el valor de hacer la paz".
Hoy, Barak volará a Londres, en donde tiene previsto mantener conversaciones con el primer ministro Tony Blair.
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