Urbanismo y adjudicación de contratas, asignaturas pendientes de Alperi

El PP de Alicante no hizo sus deberes en el anterior mandato y dejó una serie de asignaturas pendientes para los próximos cuatro años, en los que volverá a gobernar el Ayuntamiento de la capital con mayoría absoluta. Proyectos urbanísticos y adjudicaciones multimillonarias de servicios municipales se encuentran en la rampa de salida al comienzo del presente mandato.

En el apartado de urbanismo, aparte de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), los proyectos pendientes más destacados son el polémico palacio de congresos, las obras del nuevo edificio municipal, el parque de la Ereta (proyecto para unir la parte alta del casco histórico con el monte Benacantil), la Ciudad de la Luz, las licencias de obras a las grandes superficies comerciales, el plan especial de la isla de Tabarca, el paseo marítimo de la Albufereta hasta la playa de la Almadraba y el enterramiento de las vías del ferrocarril a su paso por el casco urbano de la ciudad. En el último tramo del pasado mandato el equipo de gobierno municipal planteó la necesidad de revisar el PGOU vigente desde 1987. Para ello, llegó a convocar un concurso público, por cien millones de pesetas, al que optaron diversos equipos de arquitectos. Finalmente, la adjudicación se dejó sobre la mesa. Para Pablo Rosser, portavoz adjunto del grupo socialista, lo más destacado de este incumpliento de los populares no sólo es el retraso, sino la decisión del equipo de gobierno de dejar en manos privadas la revisión del PGOU. "En el Ayuntamiento, contamos con excelentes técnicos en el apartado de urbanismo para abordar esta cuestión. Ello, aparte del ahorro, evitaría dejar en manos privadas una información privilegiada", señala Rosser. De no mediar contratiempo alguno, el palacio de congresos será el primero de los proyectos atrasados que se adjudicará en el presente mandato. El alcalde, Luis Díaz Alperi, tiene previsto llevar al pleno del martes su aprobación, pese a los informes contrarios emitidos por la Consejería de Cultura que cuestionan la ubicación elegida para la dotación, la ladera del monte Benacantil. Del resto de temas urbanísticos, el equipo de gobierno no ha adelantado hasta ahora calendario oficial para las adjudicaciones. El más sensible de todos ellos es el soterramiento de las vías del tren, una demanda histórica de los alicantinos. En el pasado mandato, los populares se limitaron a adjudicar un plan de viablidad técnica y un protocolo para la financiación del proyecto, al que todavía no se ha sumado oficialmente el Ministerio de Fomento. Respecto a las adjudicaciones de los servicios municipales, el plato fuerte es la renovación de la contrata de limpieza de la ciudad, cuya concesión prorrogada por dos veces vence este año. La contrata se licitará en 32.000 millones de pesetas. En este apartado, también están pendientes las adjudicaciones de las marquesinas y el resto del mobiliario urbano por cerca de 1.000 millones de pesetas, y el contrato para los trabajos de jardinería, por 30 millones de pesetas también pendiente desde 1997. El alcalde, a la hora de confeccionar su nuevo equipo de gobierno, no ha dejado de lado la importancia de las cuestiones que ha de gestionar y ha situado a dos hombres de su plena confianza en estas áreas: el concejal José Luis Pamblanco, al frente de urbanismo, y Pablo Suárez, en contratación.