Sadam acusa a Irán de hostilidad y amenaza con "usar la fuerza"
El presidente iraquí, Sadam Husein, amenazó ayer en Bagdad al Gobierno iraní con usar la fuerza si Teherán no cesa en sus agresiones hacia Irak. Durante un discurso televisado con motivo de la conmemoración del undécimo aniversario del fin del conflicto que enfrentó a los dos países de 1980 a 1988, Husein aseguró que su Gobierno siempre ha usado la razón en sus relaciones con el vecino una vez acabada la guerra, que se cobró un millón de víctimas de ambos bandos.El dirigente iraquí, sin embargo, afirmó: "La razón no vacilará en usar la fuerza si ésta se convierte en el único medio para demostrar la justicia de la causa", afirmó Husein después de culpar a Teherán de la "ruinosa" guerra. "[Irán] ha continuado con las agresiones, como bombardear objetivos en Irak y lanzar misiles sobre las sedes de los opositores iraníes en territorio iraquí", declaró Husein en referencia a los muyaidin -guerreros islámicos- que tienen sus cuarteles en Irak desde 1993. Teherán ha acusado repetidamente a Bagdad de apoyar a estos grupos armados.
Sadam Husein también acusó a Teherán de contribuir al embargo decretado contra Irak en 1990, y de "ayudar al enemigo americano y sionista a continuar matando al pueblo de Irak", y se refirió al problema de los prisioneros de guerra, uno de los asuntos más espinosos de las relaciones bilaterales. Bagdad asegura que Irán retiene a 13.000 prisioneros de guerra, a la vez que afirma haber liberado a los 39.000 iraníes. "Nuestros héroes prisioneros son sometidos a torturas y a presiones, y a veces son asesinados por no querer traicionar a la patria", dijo Husein frente al monumento a los mártires construido en Bagdad durante los primeros años de la guerra.
El Gobierno iraní, que acusa a su vez a Bagdad de tener cautivos a miles de iraníes, aseguró ayer, por medio del portavoz del Ministerio de Exteriores, Hamid Reza Asefi, que las descalificaciones de Sadam responden a un "sentimiento de humillación y rencor".
Sadam exigió ayer la devolución de los aviones civiles y militares que trasladó a Irán durante la guerra del Golfo, en 1991, con el objeto de salvarlos del bombardeo aliado. Sadam reconoció ayer que esta medida fue un error por creer que "Irán ya no era enemigo".
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