Mínimo y con pérdidas

La sesión de ayer respondió a los pronósticos de los inversores más sensatos, los que se marcharon a la playa aprovechando que era día festivo. El resto fue testigo de una jornada apagada en cuanto al negocio y la evolución de los precios. En el primer aspecto, se marcó un nuevo mínimo anual de contratación en el mercado continuo, con 67.558 millones de pesetas efectivas, 406,03 millones de euros, y ello a pesar de que se lograron casi 10.000 millones de pesetas con aplicaciones sobre títulos de Telefónica.La cuestión de las pérdidas no estaba tan clara para los participantes, puesto que se contaba con el precedente de un tirón de 184 puntos en Wall Street en la jornada del pasado viernes, y la apertura semanal de las grandes bolsas europeas fue medianamente positiva.

Los comentarios más atinados hacían referencia a la anunciada escalada del precio del gas butano y la tomaban por un anticipo de lo que puede suceder con el resto de los carburantes en las próximas semanas, es decir, se centraban en los evidentes problemas de la economía española para cumplir el criterio de inflación dentro de la UE.

Los presupuestos para este ejercicio se hicieron sin concesión alguna a los imprevistos y con una fe ciega en la potencia del euro. La debilidad de esta moneda frente al dólar -ayer caía otra vez hasta 1,0553 dólares por euro- y el encarecimiento de los precios del petróleo -el brent cotizaba en Londres a 20,83 dólares el barril- presagian una subida global de precios difícil de atajar. Mientras que la Bolsa española terminó con pérdidas, Madrid bajó el 0,70%, La Bolsa de Nueva York cerró con un avance del 0,67%, a 11.046,70 puntos. París subió el 0,55% y Londres cedió un 0,16%.

Con este nuevo recorte, la Bolsa española confirma sus dificultades para reflejar el aparente buen funcionamiento de una economía que sólo esperaba buenas noticias.