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Las diferencias en la oposición comprometen el éxito de la manifestación de hoy contra Milosevic en Belgrado

Las divergencias se han multiplicado entre los miembros de la oposición serbia hasta tal punto que podrían comprometer el éxito de la manifestación convocada para hoy en Belgrado contra el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. Y eso a pesar de que ayer se congregaron 20.000 personas en Nis (sur de Serbia) para protestar contra el régimen. La rivalidad entre Vuk Draskovic y Zoran Djindjic, los dos principales líderes de la oposición, no es reciente, pues ya en 1997 condujo a la ruptura de la coalición Zajedno (Conjunto), después de haber triunfado en las elecciones municipales de 1996. Para añadir confusión, la agencia independiente de noticias Beta informaba ayer de que Milosevic podría convocar elecciones generales para el próximo mes de noviembre. El Parlamento, según la agencia, se reunirá en septiembre para fijar la fecha de los comicios anticipados. Mientras, la oposición permanece dividida. Para Draskovic es indispensable que un Gobierno de transición obtenga el apoyo de una mayoría en el Parlamento, lo que implica un acuerdo con ciertos sectores en el poder. Este acuerdo es inaceptable para Djindjic, ya que considera fundamental una intensificación de la movilización popular. El cambio de actitud de Draskovic, presidente del Movimiento Serbio de Renovación, que ha decidido no tomar la palabra en la manifestación de hoy, fue un duro golpe para los organizadores. Más aún, el general Momcilo Perisic, ex jefe del Estado Mayor del Ejército, que se acaba de pasar a la oposición, anunció que tampoco participará. La Iglesia ortodoxa serbia, que se comprometió en favor de los cambios democráticos y exige la dimisión de Milosevic, sólo enviará a un dignatario de segundo rango.El mitin, que ha sido organizado por iniciativa de un grupo de economistas independientes, el llamado G-17, tiene por objetivo obtener apoyo para el Pacto por la Estabilidad de Serbia, un documento que preconiza la formación de un Gobierno de transición integrado por expertos. Ese Gobierno se encargaría de organizar elecciones anticipadas, algo a lo que podría adelantarse Milosevic.

La marcha de hoy es la primera gran manifestación contra Milosevic tras el fin de la guerra. Además, el anuncio de la participación conjunta, por primera vez en los últimos dos años, de las dos grandes figuras rivales de la oposición -Draskovic y Djindjic-, había suscitado mucho interés.

Un día antes de la marcha, un sondeo aseguraba que el 72% de los serbios (excepto Kosovo) desea la caída de Milosevic, frente a un 19% que no lo cree necesario.

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