Prodi accede a todas las exigencias del Parlamento Europeo

El presidente de la Comisión entrante, Romano Prodi, y los centuriones de los grupos políticos del Parlamento Europeo firmaron ayer la paz. El professore accedió a las exigencias de la Cámara, que le reclamaba compartir algunas competencias, pero lo hizo presentando sus compromisos de modo diluido. Así se asegura la investidura del día 15, aunque los socialistas mantuvieron sus reservas sobre la vicepresidenta española Loyola de Palacio, a quien acusaron de mentir a la Cámara.

Los conservadores, a su vez, mantienen sus reservas con respecto al comisario belga Phillippe Busquin. "El líder conservador, Hans Gert Pöttering ha apoyado mi posición, por lo que debe excluirse la doble investidura" con la que el PPE amenazó a Prodi, aseguró su rival socialista, el español Enrique Barón. "Prodi ha asumido todas nuestras exigencias, ésto es una gran victoria para el Parlamento", destacó Pöttering. Prodi despeja la investidura del día 15, y evitará repetirla en enero. El PPE obtiene las reivindicaciones que planteó utilizando las audiencias a los pupilos del boloñés, salvo una, la obligación de que los funcionarios acudan a los despachos de los eurodiputados, y no al revés. El PSE logra que el tono con que Bruselas las asume pierda el sabor a trágala con que las plantearon sus rivales, lo que debilitaría a la Comisión, su gran preocupación. Además, Prodi acepta la única exigencia que los socialistas añadían: la obligación del Ejecutivo de presentar en enero su proyecto político para cinco años (además de los cuatro meses en que cubre el mandato inagotado de Jacques Santer).

Las otras concesiones son, según formuló Prodi: los comisarios acudirán a la Cámara en las plenarias, aunque sólo "por regla general"; el Ejecutivo "tendrá al máximo en cuenta" las sugerencias de que presente una iniciativa legislativa, sobre las que proporcionará "una respuesta rápida y detallada", aunque no jura que obedecerá; si la Cámara expresa su desconfianza hacia un comisario Prodi examinará "a fondo" si debe "pedirle que dimita", aunque sin compromiso y si la desaprobación tiene "peso y representatividad".

El PSE dijo a Prodi que De Palacio "ha mentido al Parlamento", pues no ha sido exonerada del caso del lino por el Congreso español, cuyo plenario lo examinará el día 14. No condicionará la investidura a este asunto, pero plantea que difícilmente triunfará como responsable del Ejecutivo para las relaciones con el Parlamento. "De Palacio se ha comprometido a que si los resultados de la investigación lo hacen necesario, dimitirá", recordó la presidenta de la Cámara, la conservadora Nicole Fontaine.

El vicepresidente Neil Kinnock (Reforma Adminsitrativa), pasó ayer su comparecencia, la última de los 19, con soltura.