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El Ejército chileno expresa su preocupación al Gobierno por los procesos a exaltos mandos

El comandante en jefe del Ejército chileno, el general Ricardo Izurieta, planteó al Gobierno su preocupación por el sometimiento a proceso de un alto militar próximo al ex dictador Augusto Pinochet, el ex miembro de la Junta Militar y exdirector de la Central Nacional de Informaciones (CNI, policía política de la dictadura) general Humberto Gordon, en vísperas de que su institución realice mañana, domingo 19, el desfile militar en recuerdo de la Independencia. Septiembre, el mes en que el Ejército celebra sus glorias, ha desatado nuevamente tensiones en su seno.

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Su ex jefe el dictador Augusto Pinochet sigue detenido en Londres y se acerca el inicio del juicio de extradición, y dos generales -Gordon y el brigadier Roberto Schmied, exnúmero dos de la CNI- están siendo procesados como cómplices por el crimen del dirigente sindical Tucapel Jiménez, cometido en 1982.Durante la reunión del general Izurieta con el ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, el jefe del Ejército expresó que la decisión del magistrado Sergio Muñoz de procesar a Gordon y a Schmied complicó el escenario. Sin embargo, el militar no habría cuestionado la resolución y, por ahora, el representante del Ejército seguirá acudiendo a las reuniones de la mesa de diálogo sobre los crímenes de la dictadura, en las que participan abogados de derechos humanos.

La principal señal que ha dado el Ejército fue que Izurieta envió al director de los servicios secretos de su institución, el general Eduardo Jara, al regimiento Buin para convencer a Schmied, que se había refugiado en la unidad, de que saliera. Después de unas pocas horas de rebeldía, Schmied abandonó el regimiento y le fue notificado su procesamiento.

El Gobierno, que ha admitido la existencia de un "clima enrarecido" con los militares, de roces y malestares, resaltó ayer que lo importante en este episodio es que al final del día "los fallos de la justicia se han cumplido", según sostuvo el ministro portavoz, Carlos Mladinic.

En el Palacio de La Moneda entienden que el Ejército, más allá de sus expresiones de malestar, no permitirá un incumplimiento de las resoluciones judiciales, una línea de conducta que incluso Pinochet mantuvo cuando en 1995 el general exjefe de la Dina Manuel Contreras fue condenado por el crimen de Orlando Letelier. Pero comprenden que Izurieta debe dar también señales para mantener la calma dentro de su institución.

Quienes sí muestran sin tapujos un gran malestar público son los militares retirados, pues son compañeros suyos los que están siendo acusados por crímenes cometidos en la dictadura.

Durante una reunión que sostuvieron cerca de cien integrantes del Cuerpo de Generales y Almirantes en retiro con Izurieta, le dieron a conocer la declaración -que harían pública después- de rechazo a la resolución del juez Muñoz, que busca "agraviar" al Ejército e "injuriar a todos sus componentes".

"Virulenta campaña"

El texto critica al juez por dictar el procesamiento contra Gordon sobre la base de "presunciones", y recuerda que los magistrados deben actuar con prudencia para esclarecer los hechos que investigan, "pero sin alterar jamás la paz del entorno social". Rechaza la "desagradable actitud del magistrado" y sostiene que está en curso una "virulenta campaña" de desprestigio de las Fuerzas Armadas y del Gobierno que éstas encabezaron, "con consecuencias imprevisibles para la paz social y la convivencia nacional".

Pero, tras décadas de absoluto desprestigio del Poder Judicial por su actuación en la dictadura -y también, aunque en menor medida, en los años posteriores-, los jueces que tienen en sus manos los casos claves no parecen dispuestos a dar este paso. Con la resolución de Muñoz suben a cuatro los exaltos jefes del espionaje de la dictadura presos (Manuel Contreras y Pedro Espinoza, de la Dirección de Inteligencia Nacional, Dina) o detenidos (Gordon y Schmied, de la CNI). Los fundamentos del juez Muñoz para procesar a Gordon incluyen que la CNI tenía una unidad especializada para vigilar al dirigente sindical asesinado de no menos de 30 personas.

Más información en la página 15

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