Condena a Osakidetza por no advertir del riesgo de una operación

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha condenado a Osakidetza a indemnizar con 24,5 millones de pesetas a un paciente que quedó hemipléjico por la embolia que sufrió como consecuencia de una intervención quirúrgica. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Superior declara correcta y adecuada la asistencia médica al paciente, pero señala que ni el enfermo ni sus familiares fueron informados de los riesgos que entrañaba la operación. El demandante tenía 43 años cuando en 1991 ingresó el servicio de cardiología del Hospital de Cruces, en Barakaldo, con una "insuficiencia cardíaca congestiva" que fue tratada con diuréticos y oxigenoterapia. Los síntomas desaparecieron. El médico del paciente decidió que era necesario operarle para implantarle una válvula mecánica en sustitución de la válvula aórtica que tenía atrofiada. La sentencia señala que la intervención quirúrgica se desarrolló "sin problemas de interés hemodinámico, pero el enfermo sufre una embolia cerebral". Consentimiento informado El tribunal afirma que "no consta documentado en la historia clínica, ni ha sido acreditado por la Administración, que los facultativos que realizaron la intervención quirúrgica informaran al paciente o a sus familiares de los riesgos que la realización de la citada intervención comportaba". Los magistrados concluyen que no pueden considerar acreditado "que el paciente o sus familiares por libre elección dieran un consentimiento informado" para la intervención. A consecuencia de la embolia, "el paciente sufrió una hemiplejía en el lado derecho del cuerpo, con dificultades absolutas para emitir palabras y comunicarse, parálisis facial con desviación de la comisura bucal hacia la izquierda, ausencia de actividad motora y flaccidez en la parte derecha del cuerpo". El fallo sostiene que además, un año después de la intervención, la válvula implantada funcionaba mal, por lo que aún sufre "una insuficiencia aórtica muy severa".