Pekín se lava la cara para la fiesta
China cierra 25 fábricas contaminantes y prohíbe el tráfico en el 50º aniversario del régimen
En plenos preparativos para conmemorar el 50º aniversario del régimen comunista, el Gobierno de China ha decretado un soplo de aire fresco para las festividades. Con tal fin, la Administración china ha cerrado en Pekín 25 de las fábricas que más humo producen, desde el 21 de septiembre hasta la fecha del aniversario, el 1 de octubre próximo, de la misma manera que está decidida a prohibir los vehículos contaminantes y la incineración de basuras. Cuando pase la señalada fecha, Pekín volverá a ocupar el tercer puesto en la lista de las diez ciudades más contaminadas de la Tierra, de acuerdo con los índices de la Organización Mundial de la Salud.Dentro de la campaña para acicalar la ciudad de Pekín con el fin de celebrar el aniversario, jardineros y soldados han plantado franjas de césped a lo largo de las principales avenidas y en la plaza de Tiananmen, con numerosas placas que recuerdan a los peatones que no deben pisar la hierba.
Después de un verano de constante actividad de excavadoras y martillos neumáticos, en los principales paseos de Pekín han surgido bloques y más bloques de estructuras futuristas, de acero y cristal, que han contribuido a borrar las huellas de la arquitectura y las formas de vida tradicionales de la vieja ciudad.
El frenesí constructor del 50º aniversario, que incluye una nueva línea de metro y una terminal de aeropuerto, casi terminadas, coincide con los esfuerzos del Gobierno para impulsar la economía del país, asolada por la deflación, mediante una inversión masiva en infraestructuras. Sólo Pekín ha dedicado más de 13.000 millones de dólares a cerca de 70 proyectos que deben estar terminados antes del 1 de octubre.
Los dirigentes chinos no han escatimado gastos. En concreto, el presidente Jiang Zemin intentará enarbolar unos símbolos poderosos de autoridad y continuidad política cuando hable desde lo alto de la Puerta de la Paz Celestial y después pase revista a un inmenso desfile militar y civil de medio millón de personas que atravesará la plaza de Tiananmen, tal como hacían sus predecesores Mao Zedong y Deng Xiaoping.
Entre los preparativos del aniversario, una operación policial a escala nacional ha capturado a más de 100.000 personas buscadas por la policía, según la agencia oficial de noticias Nueva China. Una reciente redada en burdeles de Pekín atrapó a unas 400 prostitutas y sus clientes. A los vagabundos y mendigos que suelen acercarse a los transeúntes en las zonas de oficinas se les ha expulsado de la ciudad.
También en Pekín, las autoridades están obligando a los trabajadores inmigrantes sin documentación a irse de la ciudad o ser deportados. "Vino la policía y empezó a detener a todo el mundo", explica un empresario de etnia ulgur, que vive en un enclave de inmigrantes procedentes de la región occidental de Xinjiang, mayoritariamente musulmana. "No hicieron ninguna pregunta a los detenidos. Se limitaron a agarrar a la gente y llevársela".
A los no residentes en Pekín se les prohibirá entrar en la capital sin un permiso especial. A medida que se aproxima el aniversario, las autoridades han cerrado zonas centrales de la ciudad al tráfico, con el fin de permitir los ensayos secretos para el desfile. Además, han ordenado que los hoteles, oficinas y otros edificios que dan directamente al recorrido del desfile estén vacíos durante la parada militar.
Los teléfonos móviles y los buscapersonas deberán apagarse durante parte de la celebración para no interferir las comunicaciones de los 130 aviones militares que sobrevolarán la plaza de Tiananmen.
Está previsto que desfilen más de 10.000 soldados del Ejército de Liberación Popular, junto a una muestra de maquinaria militar. Probablemente se exhibirá el último misil balístico intercontinental de China -teóricamente capaz de hacer impacto en Los Ángeles con una cabeza nuclear- según la agencia Nueva China.
En cuanto al lado civil, el desfile incluirá 90 carrozas gigantescas y a 140.000 participantes, representativos de distintos sectores de la sociedad, desde las minorías étnicas o los recién casados hasta los empresarios o las personas discapacitadas.
Los organizadores explican que la parada pretende representar tres etapas históricas: la fundación de la República Popular bajo la dirección de Mao, el periodo reformista de Deng y la marcha de China hacia el siglo XXI bajo el gobierno de Jiang. Cualquier referencia a los decenios de campañas maoístas con resultados desastrosos, como la Revolución Cultural de 1966-1976, están convenientemente ausentes.
© Los Angeles Times
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