El 99% de los billetes del Reino Unido tiene restos de cocaína

Miles de libras esterlinas con la efigie de la reina de Inglaterra, de próceres y héroes del difunto imperio británico contienen rastros de cocaína. Un estudio publicado ayer asegura que el 99% de los billetes en circulación está impregnado de esta droga. Los resultados del estudio analítico realizado por Mass Spec Analytical por encargo de la cadena BBC dejaron atónitos a los británicos: de 500 billetes sometidos a examen, solo cuatro estaban exentos de rastros de cocaína.

Los resultados de la investigación no sugieren que todos los billetes examinados fueron utilizados como inhaladores de cocaína. Pero revelan que han pasado por las manos de traficantes o consumidores. La contaminación se multiplica a vertiginosa velocidad una vez que un billete drogado pasa por las cajas registradores de los comercios o las contadoras de los bancos con el consiguiente efecto contagioso.El contacto directo con la droga no es esencial en la sorprendente contaminación de las libras esterlinas. Según Joe Reevy, de la firma investigadora Mass Spec Analytical, el consumidor de cocaína produce cierta segregación cutánea registrable en los laboratorios. Por lo tanto, al tocar un billete, la persona deja rastros de la droga que se multiplican e impresionan a gran velocidad. Entre las pocas personas que indudablemente están fuera de contacto con la droga está la Reina Isabel II, ya que, a pesar de su inmensa fortuna, jamás lleva dinero consigo. Su prestigio y su cartera, por lo tanto, están a salvo. Pero es una excepción. El consumo de cocaína en el Reino Unido es uno de los más altos de Europa. Y debido a la caída de su precio, hoy las discretas papelinas de un gramo están al alcance de casi todos por la comparativamente módica suma de 40 libras esterlinas (unas 10.000 pesetas), 20 menos que a comienzos de año.

Guerra a la droga

Tras declarar la guerra abierta contra las drogas, el gobierno laborista de Tony Blair acaba de anunciar un notable incremento de agentes en las filas de Scotland Yard. Principalmente para impedir la propagación del consumo de drogas entre los adolescentes en un país con alarmantes estadísticas sobre los estragos sociales a causa de las sustancias ilegales y peligrosas. Se trata de una empresa colosal: las llamadas drogas recreativas son parte inseparable de la escena in de Londres, muy de moda a causa del "renacimiento cultural británico" que Blair impulsa con vehemencia y tesón.En las reuniones sociales, la misma gente que hace años salía al balcón para fumarse discretamente un pitillo de marihuana hoy no tiene reparo alguno en compartir su cocaína con un billete convertido en tubo-administrador, que pasa de mano en mano como si tal.

Los resultados de la investigación van a añadir munición para los críticos del Gobierno de Blair que en su día se escandalizaron cuando el primer ministro invitó a su residencia oficial en Downing Street a los hermanos Noel y Liam Gallagher, los superastros del rock británico de Oasis. Noel dijo que para él, esnifar una línea de cocaína era tan normal "como tomarse una taza de té".