'Configuración Sur'

Una vez más durante muchos días consecutivos hemos tenido que soportar las consecuencias de un fenómeno que tiene un nombre que no conocíamos ni mis vecinos ni yo hasta la apertura de la tercera pista del aeropuerto de Barajas. El fenómeno se llama "configuración sur". Cuando se dan las circunstancias climatológicas para la configuración sur, todos los aviones que aterrizan en el aeropuerto de Barajas sobrevuelan la urbanización Santo Domingo a una altura bajísima produciendo un ruido infernal. Cuando escribo "todos", es porque son todos -hasta 75 aviones por hora desde la madrugada hasta altas horas de la noche-. Hasta la apertura de la con razón criticada tercera pista, en Santo Domingo solamente se oía el canto de los pájaros y los ladridos de los perros. Para vivir en un oasis de tranquilidad siempre hemos pagado el precio de caminos largos con un tráfico cada día más denso a colegios, trabajos y compras. Lo pagábamos encantados porque obteníamos una recompensa valiosa: el silencio. Hoy siguimos pagando el precio de caminos largos a colegios, trabajos y compras, pero se nos ha quitado la recompensa.Con la elección de Alberto Ruiz-Gallardón como presidente de la Comunidad de Madrid, creíamos haber votado a un fiel defensor de la tranquilidad de la Comunidad. Con sensatez defendía el traslado del aeropuerto a Campo Real. La decepción llegó al verle firmar junto con el ministro de Fomento no solamente un acuerdo sobre la tercera pista, sino también la construcción de una cuarta y una quinta pistas en Barajas, con sus graves consecuencias para el bienestar de todos los vecinos en la parte norte de Madrid.

Su argumento para justificar la firma decepcionó aún más: él sí estaba y está en contra de la ampliación de Barajas, pero esta misma ampliación forma parte del programa del PP para Madrid y, por consiguiente...

Propagar una cosa y firmar lo contrario es fraude hacia aquellos votantes que le votaron por la opinión que sostuvo hasta el día de la firma. ¡La tranquilidad es un bien de un inconmensurable valor! ¡Lo sabemos los que la hemos perdido!-