Vidal-Quadras avala una dirección paralela en el PP de Cataluña

Lejos de amedrentarse por el rapapolvo que José María Aznar le dio el martes en la Junta Directiva Nacional, Alejo Vidal-Quadras demostró anteayer que su anuncio de luchar para cambiar el rumbo del PP de Cataluña no es ningún farol: el ex líder regional dio el viernes el visto bueno a sus colaboradores para que se incorporen a un organismo crítico que funcionará a modo de dirección paralela. Además, presentó sus propuestas para "recuperar la ilusión" en una cena-mitin en Cerdanyola (Barcelona).

El retroceso del PP en las pasadas elecciones catalanas, en las que pasó de 17 a 12 diputados, ha dado alas a los grupos críticos que reprochan el supuesto "entreguismo" de la formación hacia Convergència i Unió (CiU). Hace dos meses se constituyó la Gavina Blava, una plataforma que agrupa básicamente a ex concejales populares que exigen un cambio en la dirección del partido y que se preparan para los congresos regional y provincial, previstos para la próxima primavera.Tras el fracaso electoral, este sector ha confluido con el disperso grupo de militantes que seguían afines al ex líder regional, Alejo Vidal-Quadras. Éste ha aceptado el envite de convertirse en el altavoz del descontento y no ha cesado de proferir críticas básicamente hacia el ministro portavoz, Josep Piqué, que encabezará de lista del PP por Barcelona en las próximas generales.

La colaboración ha dado esta semana un paso más: el miércoles, la Gavina Blava acordó la ampliación de su comité coordinador con la entrada de destacados vidalquadristas y su conversión en una auténtica dirección paralela. Esta estrategia fue avalada por el propio Vidal-Quadras tras una entrevista el pasado viernes.

Fuentes del sector crítico explicaron que estudian la posibilidad incluso de abrir una sede en Barcelona y organizarse internamente con los mismos criterios de una dirección clásica; es decir, con un presidente, un secretario general y un secretario de organización. No obstante, las mismas fuentes aseguran que en la reunión del viernes Vidal-Quadras dejó muy claro que su objetivo es revitalizar el partido para que los militantes "recuperen la ilusión" y no provocar su ruptura.

El ex líder regional no se incorporará personalmente al organismo, pero sí algunos de sus más estrechos colaboradores. Entre ellos destacan dos ex miembros de la ejecutiva regional: Francisco Cuevas, gobernador civil de Barcelona entre 1996 y 1997, y Ana María Torrijos, secretaria de Cultura del PP de Cataluña cuando lo dirigía Vidal-Quadras.

El grupo se ha propuesto celebrar decenas de actos en los próximos meses para extender su organización. El mismo viernes se organizó una cena-mitin en Cerdanyola del Vallès, una ciudad del área metropolitana de Barcelona, a la que acudieron unos 60 militantes del PP de esta localidad.

El discurso de Vidal-Quadras, trufado de ironías hacia el efecto Piqué, fue seguido por un coloquio que acabó a la 1.30 de la madrugada. Cuando un comensal le interpeló sobre la necesidad de reforzar la unidad del partido, Vidal-Quadras le dio la razón, pero añadió: "Si un barco se hunde, nuestra obligación es hacer algo para salvarlo".