Los vascos son los que menos pagan por el agua de beber

Ya se sabe el agua que consume diariamente el español medio. El Instituto Nacional de Estadística (INE) tras dedicar varios meses a realizar el primer estudio exhaustivo sobre la incidencia de este recurso natural en la economía, asegura que de los 255 litros bombeados diariamente por las distribuidoras en cada hogar, se consumen 159 y se derrochan o se pierden por las conducciones 41.Los vascos (excluidos los residentes en el área metropolitana deBilbao que se suministra a través de un consorcio) son los que pagan el agua más barata (9,5 pesetas por habitante y día) y los que más consumen por detrás de cántabros y castellano-leoneses.

Quienes pagan el precio más alto son los aragoneses (102 pesetas); el doble de los canarios (53,9), sus inmediatos seguidores y supuestamente los que se creía hasta ahora que tenían las tarifas de agua más caras, porque la mayor parte de la que se suminista en las islas procede de desalación.

A partir de ahí, los precios sufren una caída en picado de manera que en ninguna de las autonomías restantes pagan más de 28 pesetas por habitante y día. En cuatro de ellas, Castilla y León, Asturias, Castilla-La Mancha y el País Vasco ni siquiera alcanzan a pagar 15 pesetas, menos de lo que cuesta un chicle en la puerta de una escuela.

Una de los datos que más le han llamado la atención a Félix Alonso es el desfilfarro de agua que se produce, o lo que dejan de facturar las distribuidoras, por defectos de las conducciones o por robo. Encabezan la lista de derrochadores los asturianos que pierden 88 litros diarios, mientras los mejores administradores son los madrileños y cántabros que sólo pierden 10 y ocho litros, respectivamente. Si se tiene en cuenta que las distribuidoras facturan anualmente más de 188.000 millones de pesetas el gasto que cada español medio destina al agua no pasa de las 22 pesetas diarias, seis veces menos de lo que paga por una caña de cerveza, lo que le piden por un bollo de pan o un yogurt.

Para dar con estas cifras el INE no parte de estimaciones. Sus datos son fruto de la matemática pura después de procesar a lo largo de seis meses toda la información facilitada por 139 empresas que distribuyen agua a 22 millones de españoles residentes en áreas urbanas, excepto Ceuta y Melilla.

En una segunda fase se abordará la recodida de datos del agua suministrada por mancomunidades y consorcios, el segmento que falta para completar el coste del agua destinada al abastecimiento, y posteriormente el consumo agrícola y el industrial.

Con estos estudios se persigue llegar a conocer realmente el coste del agua en España y la incidencia de éste y otros recursos naturales en el conjunto de la economía española, como si se tratara de un elemento más de los que contribuyen a generar el Producto Interior Bruto (PIB) del país.

El matemático Félix Alonso Luengo, jefe del área de Estadística Medioambiental del Instituto Nacional de Estadística considera que ha llegado la hora de que los costes ambientales se computen y valoren dentro de los procesos de producción de la actividad económica. Prueba de que será así es la puesta en marcha de la unidad que dirige en el Instituto desde hace año y medio.

Han empezado por el agua porque es el recurso básico fundamental para la existencia, el que más se conoce y el más cuantificable toda vez que existen empresas muy importantes que la distruyen y la facturan religiosamente.

Pretenden conocer cuánta agua se capta y de dónde, cómo y quien la consume, la que se pierde, la que se factura, los vertidos, las inversiones en depuración y en reciclado; todo el ciclo del agua en una palabra.

Alonso cree que con este primer estudio y los que van a acometer próximamente, el Instituto Nacional de Éstadística estará en condiciones de ofrecer un retrato completo del coste del agua en España durante el segundo semestre del 2000. Ya cuentan con que lo más difícil será valorar el coste del agua en la agricultura. ¿Motivo? Responde Alonso: "Es un tema tabú".