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LA DIMISIÓN DE SETIÉN

Juan María Uriarte se propone "promover la pacificación"

"La tarea de un obispo es tener clara su misión: fortalecer la fe, alimentar la dignidad de la comunidad en la que está y promover la pacificación", dijo ayer el nuevo obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte Goiricelaya, en su despedida de la diócesis de Zamora. Después de ejercer un papel esencial como mediador entre el Gobierno y ETA en los 14 meses de tregua, Juan María Uriarte reconoció que desde su nuevo ministerio podrá trabajar para impulsar la paz desde dentro.Juan María Uriarte nació hace 66 años en Fruniz (Vizcaya), diócesis en la que fue obispo auxiliar antes de ser destinado a Zamora el 24 de noviembre de 1991. Estos ocho años en Zamora han sido hasta ahora los "más gozosos y más vigorosos" de su ministerio episcopal, aseguró ayer. Se encontró con una diócesis "preciosa desde el punto de vista de las posibilidades de trabajo y también a escala de sosiego y aceptación mutua", y esa creencia, manifestada por Uriarte, le ha permitido llegar a la cúpula de la Conferencia Episcopal y ejercer, con la discreción necesaria, el papel de mediador en el proceso de paz del País Vasco hasta que el Gobierno decidió revelar públicamente su misión.

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"No estoy acoquinado"

Uriarte dijo ayer que no ha pensado en el nuevo proyecto pastoral que deberá afrontar en San Sebastián. "Tengo otras cosas más importantes en que pensar", afirmó, y no fue más explícito. De hecho, pidió a los periodistas que se remitieran "a la coyuntura del momento". "No me hagáis pensar mucho hoy", rogó. Sin embargo, sí declaró que no teme al reto de la nueva diócesis. "No estoy acoquinado por el miedo, porque temperamentalmente no me echo para atrás fácilmente", dijo. Está seguro de que va a encontrar "una aceptación inicial mayoritaria" en San Sebastián. "Creo que verá de buen grado que yo suceda a monseñor Setién, al que tanto han admirado y querido", aseguró.

Uriarte se mostró, también, confiado en contar con muchas colaboraciones en su nueva diócesis, a la que califica de "conocida y entrañable", tras recordar sus orígenes vascos y su paso como sacerdote y obispo por esa comunidad autónoma. Uriarte se llevará a San Sebastián "el chándal y las zapatillas" con los que se ejercitaba en un parque de Zamora para pasear desde ahora por las orillas del Urumea, dijo ayer.

Las declaraciones de satisfacción por el nombramiento de Juan María Uriarte han sido unánimes. "Su carácter dialogante enriquecerá a la nueva diócesis, por su gran lucidez, formación y sentido moral", dijo quien hasta ayer fue su jefe jerárquico, el arzobispo de Valladolid, José Delicado Baeza.

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