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LA PRECAMPAÑA DEL 12-M

Sondeos del CIS confirman que IU ha perdido un millón de votantes desde junio

Javier Casqueiro

Los dos únicos barómetros políticos realizados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) desde las últimas elecciones de ámbito nacional, las europeas de junio pasado, confirman que un millón de los votantes de IU en las generales de 1996, alrededor del 40%, han abandonado esta opción. Un número suficiente, pues, para que pudiera producirse ahora un vuelco electoral. Pero la cocina de esos sondeos, sobre todo los datos cruzados de la ideología de los preguntados, sólo aclara que unos 230.000 de ellos tienen decidido votar al PSOE. Los demás están en la indecisión, no contestan o dicen que preferirían abstenerse.

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Estas encuestas del CIS alertan también sobre la posibilidad de que la oferta de pacto del PSOE a IU podría no ser bien entendida por los casi dos millones de votantes socialistas del centro moderado, a los que se dirigen ahora los mensajes catastrofistas del PP.IU logró más de 2.600.000 votos (unos 300.000 de Iniciativa per Catalunya que habría de restar ahora) en las elecciones generales del 3 de marzo de 1996, más del 10%, y 21 diputados. Ese éxito quedó menguado en las europeas del 13 de junio de 1999, la última referencia de carácter nacional, cuando se redujo su porcentaje de votos casi a la mitad, al 5,7%.

Los barómetros del CIS de julio y octubre pasados, los únicos efectuados con preguntas de intención de voto desde entonces, ratificaron ese descenso. El del verano avisó de que apenas el 56,8% de quienes admitían haber apoyado a IU en 1996 pensaban volver a hacerlo. Y también detalló que el 12,7% de esos electores se decantarían en ese momento por el PSOE, el 2,5% por el PP y un 25,5% no votarían, introducirían una papeleta en blanco, aún no sabían lo que harían o no querían contestar.

El último estudio trimestral de esta legislatura, el de otoño, indicó que el trasvase de los votantes de IU de 1996 al PSOE se podía cifrar en el 7% y en el 27,9% el número de los que estaban indecisos o no pensaban participar. La fidelidad de los simpatizantes de IU quedó fijada en el 59,1%, la más baja entre los partidos nacionales. El PP conserva la suya en torno al 80% y el PSOE alrededor del 70%. Los socialistas tenían el problema de que más del 20% de sus votantes de 1996 no sabían qué hacer en la cita del año 2000, una duda que entre los del PP se reducía al 15%.

Los expertos demoscópicos especulan, a la vista de tales datos, con que IU podría haber perdido cerca del 10% de sus votantes de 1996, unos 230.000, en beneficio directo del PSOE, y un 27%, más de 700.000, en una bolsa aún por definirse. La reacción de esos electores ante el posible acuerdo PSOE-IU no se puede predecir.

Lo que sí está claro es que la batalla electoral se jugará el 12 de marzo de nuevo en el centro. Las encuestas del CIS recuerdan que el 30% del censo, es decir 9,6 millones de los 32 con derecho a voto, se ubica ideológicamente ahí.

Algo más del 21% de los 9.400.000 votantes del PSOE en 1996, o sea casi 1.900.000, se siguen autoclasificando al final de la legislatura en ese espacio del centro moderado. La inmensa mayoría de los simpatizantes socialistas en aquellos comicios -entre el 55% y el 58%, más de cinco millones- se ve en el centro izquierda. Porcentajes similares a los de los votantes de IU de ese espectro: 1.300.000.

La definición ideológica de los españoles queda al descubierto en esas tablas. Los que se consideran de centro y centro izquierda suman cerca del 56%. Los que se confiesan de centro y centro derecha, el 40%. El PP conserva en el centro al 45% de sus votantes (unos 4,3 millones), recibe el respaldo de poco más del 4% de centro izquierda (300.000) y el 30% de los votos de centro derecha (tres millones).

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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