David Copperfield afirma que su magia consiste en "saber contar historias"

"Di adiós a tus amigos. Van a desaparecer. No regresarán...". Con este desconcertante reclamo, el nuevo espectáculo del mago David Copperfield llegará el 20 de mayo a España. Diecisiete actuaciones en siete ciudades, en las que desaparecerán alrededor de 221 personas (13 por cada función) "elegidas al azar entre el público". Copperfield presentó ayer en Madrid su nuevo montaje, habló de su familia, del cine y la música como inspiración y comparó la experiencia de ver a su público "alucinar" con un orgasmo. "Mi magia consiste en saber contar historias", afirmó.

David Copperfield, y su equipo de 100 personas (el doble que cuando hace la gira por su país), actuará en España entre el 20 de mayo y el 11 de junio. El 20 y 21 de mayo estará en A Coruña; el 23 y 24, en San Sebastián; 26, 27 y 28, en Barcelona; 30 y 31, en Granada; 2, 3 y 4 de junio, en Valencia; 6 y 7, en Zaragoza, y 9, 10 y 11, en Madrid.Bajo el nombre El viaje de tu vida, el nuevo montaje del mago que hizo desaparecer la estatua de la Libertad y que levitó sobre el Gran Cañón incluye "magia grande y pequeña". Copperfield se considera "un actor, un músico". "Yo no hago sólo magia, yo cuento historias", afirmó ayer en Madrid.

Con bastante sentido del humor y jugando con su personaje y con sus gestos, Copperfield -un hijo único que viaja acompañado de su padre- sólo pareció incómodo (las preguntas sobre si se aprovechó o no de la fama de su ex novia, la modelo Claudia Schiffer, le dieron más risa que otra cosa) cuando le nombraron al mítico mago Houdini. ¿Cree que llegará a ser tan grande como él? ¿Teme una muerte como la suya? "Como a Houdini, a todos nos llegará la hora. Él no murió como en la película, murió en un hospital de una apendicitis, nada terrible. Poseo su biblioteca y sus objetos personales, los compré. Él pensó en muchos trucos que jamás realizó; yo, en cambio, los he realizado casi todos". "No tengo ningún maestro", agregó, "soy un autodidacta, mis modelos son Orson Welles, Walt Disney, Gene Kelly, Frank Sinatra o Fred Astaire. Ellos, a su manera, también son magos. Cuando yo era niño me gustaba la magia, pero no era una profesión; yo he logrado que un mago también sea una estrella".

Hipnosis

Sobre sus desaparecidos, Copperfield aseguró que los elige por azar: "Unas pelotas plateadas saltarán al patio de butacas y se moverán hasta que la música pare en manos de alguien". Según el mago de New Jersey, nadie se ve forzado a hacer lo que no quiere porque la hipnosis que utiliza es "muy sutil, leve y suave".

"Mi arte implica lograr que la gente quiera creer. La mejor manera de ir a un espectáculo mío es con la mente abierta. Al porcentaje de público que va buscando la técnica y el truco y que no se cree nada también le doy la bienvenida, para que así descubran cómo cambio la tecnología en cada nuevo show".

"Para mí, la esencia de la magia es maravillar al público", agregó Copperfield. "Poder contemplar los rostros del público ante un truco es un placer incomparable, una sensación orgásmica que se repite cada noche en cada actuación. Yo obtengo placer con la magia y también lo doy. Un espectáculo de magia es un camino para escapar de la realidad y del estrés, es como tomar un buen vino o como hacer el amor".

Mientras los fenómenos paranormales forman parte de su "curiosidad e investigación", la religión es para David Copperfield una fuente importante de "equilibrio". "Tengo una relación muy personal y muy fuerte con Dios, cada día me hago fuerte con mis rezos. Pero mi religión no pertenece a ninguna estructura convencional, es un acercamiento propio".

El mago lamentó que cada vez le sorprenden menos cosas ("ésa es una historia triste") y reconoció que hay algo que la magia no le ha hecho perder: el miedo.