PP y PNV recrudecen sus acusaciones mutuas de engañar en los planes de regadío alaveses

El agua se ha convertido, después del terrorismo y el proceso de paz, en uno de los debates más recurrentes de la campaña electoral en Euskadi. El Gobierno vasco y el PNV, a través del consejero de Agricultura, Iñaki Gerenabarrena, y el Partido Popular, con el diputado general de Álava, Ramón Rabanera, a la cabeza, recrudecieron ayer sus acusaciones mutuas. Los nacionalistas culparon a los populares de estar "jugando con la agricultura alavesa" y de "montar un show" en la inauguración del proyecto de la Rioja Alavesa. El PP replicó augurando un "castigo" de los votantes de esa comarca al PNV y le acusó de "intentar engañar a la ciudadanía".

La espita de las descalificaciones se abrió la semana pasada, con la visita a la Rioja Alavesa del ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, candidato al Congreso por Vizcaya. Allí inauguró, como un acto electoral más, el regadío de la Rioja Alavesa y la Sonsierra Riojana, un plan impulsado por el fallecido alcalde de Laguardia, Javier Sampedro, amigo íntimo suyo, y declarado de interés general por el Consejo de Ministros.El Gobierno vasco reaccionó simultáneamente. No se opuso al proyecto, sino al proceso "ilegal" que se ha seguido para ponerlo en marcha y al lugar desde donde se pretende captar el agua, el río Inglares, cuya capacidad, afirma el Ejecutivo autónomo, es insuficiente para atender las demandas de los regadíos que ya funcionan ahora más el de la Rioja Alavesa. Por todo ello, está preparando una demanda en los tribunales para procurar la paralización de las obras. A su vez, el diputado general de Álava, Ramón Rabanera, criticó al PNV de "poner zancadillas" al regadío.

El tono de las acusaciones se elevó ayer. El consejero de Agricultura y Pesca, Iñaki Gerenabarrena, calificó la inauguración por Mayor Oreja de "show" y dijo del proyecto: "Es la cosa más espectacularmente irregular que he visto en mi vida". Entre otros argumentos, resaltó que al iniciarse las obras se han pasado por alto algunas de las condiciones establecidas por el Ministerio de Medio Ambiente al conceder el permiso al regadío. El consejero advirtió también a los propios regantes de que "no tienen el agua asegurada".

En suma, Gerenabarrena acusó a los ministerios de Medio Ambiente (el que ha concedido la licencia) y de Agricultura (que ha patrocinado el regadío) y a la Diputación de Álava, que ha apoyado todas las actuaciones, de "jugar con la agricultura alavesa" y de "electoralismo puro, duro y barato". Y, además replicó a Rabanera: "Nos acusa de poner zancadillas. Si defender el Plan Hidrológico aprobado en el Consejo de Ministros es poner zancadillas..."

Proyectista vinculado al PP

El consejero nacionalista no sólo se circunscribió al plan Sampedro. Aseguró que ese proyecto "empieza a afectar a todos los regadíos de Álava", al entender que por acelerar este plan se han paralizado o modificado otros, como el de Noryeste, el que afecta al resto de la Rioja Alavesa (Yécora, Lanciego y Baños) y al de los Valles Alaveses. Constató que los tres regadíos se han alterado siguiendo las pautas marcadas en un antiguo plan, llamado del Sistema Eje Ebro-Cantábrico, impulsado por la ingeniería TYTSA, dirigida por Julio López, vinculado al PP. Unas ideas que quedaron desechadas cuando se configuró el Plan Hidrológico del Ebro.

Ramón Rabanera contestó a estas acusaciones unos minutos después. Rodeado de tres alcaldes de la Rioja Alavesa, el diputado general se congratuló del convenio firmado entre el Ministerio de Agricultura y los regantes de esa comarca por el que el Gobierno central aportará 2.631 millones de pesetas en tres anualidades. Y respondió a Gerenabarrena: "Ha caído en una grave irresponsabilidad . Intenta engañar a la ciudadanía. Tengo que pedir al PNV que no siga en esa línea. Si no, los votantes de la Rioja Alavesa le van a castigar". Rabanera acusó a los nacionalista de moverse por "intereses sectarios" y, en respuesta a los presuntos favores a una ingeniería, contestó que "ellos [los nacionalistas] han encargado en Álava casi siempre las obras al mismos constructor".

En medio de este cruce de descalificaciones, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava (UAGA) expresó su hartazgo porque les utilicen "como arma electoral" y por "la subasta de los regadíos". La asociación convocó a sus afiliados a una manifestación para mañana en Vitoria "en favor de un regadío para todos". "Los políticos se están comportando como aves de rapiña con el único afán de captar votos", criticaron los agricultores.