Bush gana puntos entre las mujeres y Gore arrasa entre negros y latinos
George Bush y Al Gore han ganado a sus respectivos contrincantes gracias al apoyo de los simpatizantes base de sus partidos: derecha religiosa y conservadores para los republicanos, minorías y liberales en el bando demócrata. Pero en la contienda que les enfrentará el próximo 7 de noviembre los dos candidatos tienen que apuntarse tantos en el campo del adversario y cortejar a los electores que les den el margen suficiente para la victoria.Los resultados del martes muestran que Bush está haciendo mella en el tradicional bastión femenino demócrata e intenta conseguir el apoyo latino, mientras que Gore, vencedor indiscutible entre los negros, trata de ganarse el voto cristiano. Las mujeres votan tradicionalmente demócrata pero su fidelidad depende del programa del candidato, y Bush está acortando distancias cultivando su imagen de "conservador compasivo", algo que le ha funcionado particularmente bien frente a John McCain.
En las primarias del martes, el senador por Arizona no pudo con el torbellino Bush, quien desde el principio de la campaña dejó claro que sus tiempos de mujeriego eran cosa del pasado y que ahora le era enteramente fiel a su mujer, Laura. El tema de las relaciones matrimoniales se ha convertido en un tanto electoral tras el tormentoso mandato de Bill Clinton. Los hispanos van a ser un grupo especialmente cortejado por los dos contrincantes, que han dedicado parte de sus anuncios electorales a los votantes de habla española.
Nuevos conservadores
La mayoría de los latinos son demócratas pero a medida que se integran en la sociedad norteamericana se vuelven conservadores. Bush es muy popular entre la población latina de su Estado, Tejas, y cuenta además con el apoyo de otro bastión hispano, Florida, gobernada por su hermano Jeb. La importancia demográfica de los latinos va en aumento y se convertirán en la primera minoría del país dentro de cinco años. La población negra ha sido el electorado más fiel al presidente Clinton. Su delfín, Al Gore, se ha llevado todos sus votos. Ésta ha sido la gran derrota de Bill Bradley, quien no ha conseguido romper este apoyo incondicional pese a tener un programa mucho más favorable a las minorías y a haber jugado en el equipo de baloncesto, mayoritariamente negro, de los Nicks.
La religión, el tema más controvertido en los últimos días de la campaña republicana, ha sido el factor decisivo en la victoria de Bush. El gobernador estuvo a punto de perder el voto católico después de una aparición pública en el bastión del fundamentalismo protestante, la universidad Bob Jones, en Carolina del Sur, que califica a los católicos de "secta". Sus disculpas surtieron efecto: en Nueva York, donde componen el 48% del voto conservador, se llevó la mitad del apoyo católico, al igual que en Ohio y en Misuri. El voto cristiano es una de las metas de Gore, que siempre que puede aparece rezando en una iglesia, preferentemente afroamericana.
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