El edil del GIL en Casares busca el apoyo de IU para seguir de alcalde

El futuro político de la localidad malagueña de Casares es cada vez más incierto. Mientras que la tan anunciada moción de censura entre populares e IU para arrebatar al GIL el control del municipio continúa sin materializarse, tras varios meses de negociación, el alcalde, Francisco Herrera (GIL), intenta buscar apoyos para mantener el cargo después de que los otros cuatro concejales de su partido hayan abandonado la formación. El alcalde sorprendió ayer con el anuncio de un posible acuerdo con IU que, según dijo, "podría formalizarse antes de fin de mes". La federación ha reconocido que existen conversaciones, aunque exige para dar su apoyo a Herrera que abandone también el Grupo Independiente Liberal.

Según Herrera "existe una buena disposición por parte de la coalición para gobernar conjuntamente Casares". De momento, el pacto no implica su sustitución al frente de la alcaldía.

Por su parte, el portavoz de IU, Juan Sánchez, admitió que mantiene conversaciones no sólo con el alcalde casareño, sino también con el concejal del PP Diego Ledesma, aunque precisó que tampoco hay acuerdo con éste. Ledesma, que fue concejal del GIL, se presentó a las últimas elecciones municipales al frente de una candidatura independiente y, una vez elegido concejal, pasó a formar parte del Partido Popular.