El Tribunal de Cuentas revela el caos de la gestión del Parlamento Europeo
Un informe preliminar del Tribunal de Cuentas de la Unión Europea ha puesto de relieve el caos existente en la financiación de los grupos del Parlamento Europeo e insinúa que una parte del dinero puede estar siendo utilizado para financiar de forma ilegal a los partidos políticos. La Eurocámara, que provocó en 1999 la dimisión de la Comisión Europea a partir de acusaciones de mala gestión, se ve ahora señalada con el dedo por problemas similares, especialmente entre populares, ecologistas y gaullistas.
El tribunal ha detectado "deficiencias y anomalías significativas" en las prácticas contables, aunque admite que "en la mayor parte de los grupos" no hay observaciones graves que hacer. De un total de 26 tipos de observaciones realizadas, el tribunal detecta ocho casos de "anomalías generalizadas" en el grupo de los verdes y el de los gaullistas, cuatro entre radicales, populares e Izquierda Unitaria, y sólo uno a socialistas y liberales.El grupo popular afronta el caso más polémico al desvelar el Tribunal de Cuentas el funcionamiento de una fundación que no identifica, pero que fuentes del Partido Popular Europeo identifican como la Fundación Schumann. Según el tribunal, esta fundación, con sede en Luxemburgo, recibe dinero del grupo popular (cerca de 120 millones de pesetas en 1998) que le han permitido acumular un capital de más de 10 millones de euros (1.660 millones de pesetas). Este dinero está invertido en cuentas bancarias y en Bolsa.
Fuentes de este grupo admitieron que "sobra dinero cada año del presupuesto que el Parlamento destina a los grupos y si no se desvía a una fundación se perdería". La fundación Schumann estaría financiando actividades del Partido Popular Europeo, como reuniones y seminarios, de forma irregular. "Por ejemplo, con ese dinero estamos financiando a los partidos africanos en la esfera del PPE. Se pagan billetes de avión y hoteles para reuniones que nos parecen importantes pero que está pagando el contribuyente europeo", admitieron esas fuentes.
El PPE no quiso ayer reaccionar oficialmente al informe porque "se trata de un texto preliminar y tenemos 10 semanas de plazo para hacer alegaciones que pueden modificar la idea del tribunal", según un portavoz. Los socialistas dieron la bienvenida al texto "porque la transparencia es vital", según su portavoz, Enrique Barón.
"Nuestro grupo es el menos criticado y nuestra gestión financiera no está cuestionada", destacó. A juicio del liberal Pa Cox es "una oportunidad para impulsar la reforma del Parlamento Europeo".
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