Menores sin reparos
Botargas, narizotas, saltimbanquis, tenora y flauta, colorines: los textos de Cervantes, revueltos por Andrés Amorós, forman este "tinglado de la antigua farsa", que diría Benavente. Es difícil saber qué corresponde a tantos creadores: dramaturgos, versionista, director. Lo mismo da: ése es problema de ellos.El espectador ve un teatro infantilizado y alegre, en el que suena la vieja y querida voz de Cervantes, no siempre comprensible por las vocecillas imitadas, a veces como de dibujos animados, las antiguas frases para los adultos: crítica social de una actualidad permanente, las esposas calientes y engañadoras, los maridos con cuernos a pesar de sus llaves, alcaldes analfabetos, comilones, estudiantes hambrientos, escribientes, un militar bizarro. Son viejos cuentos: lo eran ya en la época del escritor, que aderezó sus argumentos para esa crítica y para una comicidad que alcanzó, y lo son más después de tantas veces montados, por colegiales y por aficionados, y por profesionales naturalmente, como lo son éstos: excelentes. La escuela de Els Comediants, o sea, la dirección de Joan Font, da un ritmo permanente.
"Maravillas de Cervantes", de Andrés Amoros, sobre textos de Miguel de Cervantes
Música de Josep Gol. Intérpretes, Esteve Ferrer, Anna Briansó, Jesús Hierónides, Nacho de Diego, Juan A. Codina. Dramaturgia, Joan Font, Luisa Hurtado. Escenografía, vestuario, Joan J. Guillén. Dirección, Joan Font (de Comediants). Compañía Nacional de Teatro Clásico, Teatro de la Comedia. Madrid.
Gustó mucho.
Babelia
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