Víctor Muñoz aúpa al Lleida a la cabeza de la tabla

Víctor Muñoz ya tiene a su Lleida en lo más alto, un mérito que el técnico tiene que compartir con sus jugadores y, más que nunca, con los dirigentes. El arranque de Liga del Lleida fue muy flojo y Víctor estuvo a punto de caer, pero el Consejo de Administración aguantó y ahora es el primero de la fila. Para lograrlo tuvo que acabar ayer con la racha del Córdoba, que llevaba tres meses sin perder.El Lleida tiene que compartir el liderato con el Extremadura, que salvó los muebles por su inercia de local invencible. El Tenerife fue mejor en Almendralejo, pero al final se conformó con un empate que mantiene sus expectativas. Claro que hay empates y empates. Los de Salamanca y Villarreal en sus campos, frente a dos rivales en zona de descenso, vinieron a confirmar la locura que preside la categoría.

Al Salamanca no le sirvió el cambio de entrenador, pero sí al Sporting. Ciriaco Cano, el técnico que llevó al equipo asturiano por última vez a la Copa de la UEFA, logró cambiar la inercia negativa, pese a que en su debú tampoco pudo contar con Lediakhov. Los dos próximos partidos, frente al Tenerife y Extremadura, dirán si el Sporting se reengancha en la lucha por el ascenso.

Del grupo de cabeza, al margen del Córdoba, sólo perdió Osasuna. Pese a adelantarse con un gol de Iván Rosado, el equipo navarro vio cómo el Albacete remontaba gracias al ex atlético Geli y Basti, un delantero cedido por el Málaga. En la jornada de ayer hubo goles de ilustres, como el croata Jarni, que se estrenó con Las Palmas, pero no le sirvió para llevarse la victoria de Logroño.

Por la zona baja se despide prácticamente el Toledo, mientras que alargan su agonía el Recreativo, Compostela y Logroñés, al lograr empates meritorios, pero poco significativos para la clasificación. En terreno de nadie han quedado equipos como el Eibar, Mérida y Badajoz. Manu Sarabia, que había llegado al Badajoz para acabar con su tendencia al empate, todavía no ha logrado una victoria. Ayer sumó una igualada más frente al Leganés, un equipo que se ha metido entre los grandes y que incluso pudo dar un salto en la clasificación si Pachón, su delantero más efectivo, no hubiese fallado un penalti a falta de doce minutos.