87 periodistas murieron asesinados durante el año pasado en todo el mundo
Si el mensaje no te gusta, mata al mensajero. La frase letal sigue en vigor y alcanzó aún más empuje el año pasado, cuando 87 periodistas murieron asesinados en el cumplimiento de su trabajo. Se trata de la cifra más alta de la década, después de la de 1994, año de guerra en Bosnia, cuando 115 informadores murieron violentamente. Así lo denuncia la Unesco, que hoy celebra en Ginebra el Día de la Libertad de Prensa con datos más bien desalentadores.
En general, hay bastante poco que celebrar: 87 periodistas murieron en 1999, según fuentes de la Unesco, la mayoría de ellos en Yugoslavia (22), Sierra Leona (10) y Colombia (7). Otros 80 están encarcelados, según datos de la Asociación Mundial de Periódicos recogidos por la agencia Efe. Una de las claves de la enorme subida ha sido la guerra en Yugoslavia (sólo en el ataque a la televisión en Belgrado murieron 16). "Las guerras han sido la primera fuente de las muertes, pero no sólo", afirma un portavoz de la Unesco desde Ginebra, donde ayer se preparaba la gran ceremonia prevista para hoy. "Hay numerosos muertos a manos de narcotraficantes, de las guerrillas o de paramilitares. Simplemente porque no les gusta lo que cuentan, matan al mensajero".Trabajos forzados
Por ello, el jurado internacional nombrado por la Unesco para conceder el premio de este año seleccionó a un hombre encarcelado, el sirio Nizar Nayyouf. Este periodista sirio, jefe de redacción del mensual Sawt-al-Democratiyya (La Voz de la Democracia) y colaborador del semanario Al-Hurriya, cumple prisión desde 1992. Está condenado a diez años de trabajos forzados, acusado de pertenecer a una organización ilegal, el Comité para la Defensa de las Libertades Democráticas en Siria, y por difundir "noticias falsas".
"Creó hace diez años una publicación que formaba parte del movimiento democrático de Siria. Ahora esperábamos que le dejaran en libertad y que pudiera recoger el premio; de hecho, la prensa oficial siria informó la semana pasada de su libertad, pero no ha sido así", afirmó el portavoz de la Unesco. Por el contrario, algunas asociaciones han relatado a la ONU que se encuentra confinado en la prisión militar de Mezza, en Damasco, debilitado por la tortura y en precario estado de salud.
En su nombre, Timothy Balding, presidente de la Asociación Mundial de Periódicos, recogerá el galardón que lleva el nombre de Guillermo Cano, reputado periodista de Colombia que fue asesinado en 1986 por contar verdades sobre el narcotráfico en su diario, El Espectador. En el acto intervendrán hoy el secretario general de la ONU, Kofi Annan (a través de vídeo), y Mary Robinson, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa se convertirá así, hoy, en el altavoz de diversas organizaciones que reclaman la transparencia y la libertad, ausentes sobre todo en los países más pobres y rotas por completo en los lugares en guerra. Esto precisamente, el trabajo del periodista en las zonas en conflicto, será el tema de la mesa redonda que seguirá mañana y pasado a la concesión del premio. El debate sobre la implicación del periodista en una guerra, tan difícil de evitar, sobre el control de la información por parte de la ONU en las zonas que están bajo su administración después de los conflictos o cómo combatir la propaganda bélica serán los ejes de un foro.
Mia Doornaert, presidenta del Grupo Consultivo de la Unesco sobre la Libertad de Prensa, lo resume así en su exposición: probablemente ninguna crónica evitará una muerte, pero al menos "la historia de las víctimas no estará condenada al olvido".
Más información en: www.unesco.org/ webworld/com_media/wpfd
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