Allende aborda la segunda vuelta para regir el PNV alavés con ventaja notable
El actual presidente de la ejecutiva alavesa del PNV, José María Guerenabarrena, y el concejal en el Ayuntamiento de Vitoria Manu Allende serán finalmente los dos únicos candidatos que compitan por la dirección del Araba Buru Batzar (ABB), tal y como oficializó ayer la Comisión de Garantías y Control peneuvista. La segunda vuelta del complejo proceso electoral interno empieza el próximo lunes y el día 20 se conocerá la composición, tanto de la dirección alavesa, como de los restantes territorios, cuyos presidentes deben completar la ejecutiva nacional elegida el pasado mes de enero.Dada la exigua diferencia en los apoyos de los otros dos candidatos (15 asambleas eligieron a Guerenabarrena y 17 a Allende) la inclinación de las nueve organizaciones que votaron a Alberto Ansola, quien finalmente decidió retirarse de la pugna, las cinco que no tomaron partido y las dos que eligieron en primera vuelta a Iñaki Guerenabarrena y a Joseba Aguinagalde, resultará decisiva.
Por el momento, Allende se encuentra en situación de ventaja, al haber obtenido sus apoyos en las asambleas con más afiliados (las cuatro de Vitoria y las de Llodio, entre otras), lo que le otorga de partida un mayor número de representantes en la asamblea regional, el órgano que decidirá. Sólo en esas dos localidades Allende obtuvo 13 de los 32 votos necesarios para obtener la mayoría absoluta que exigen los estatutos en la asamblea regional, compuesta por 62 apoderados. Por el contrario, la mayor parte de las 15 asambleas que apoyaron a Gueranabarrena son pequeñas (entre 1 y 50 afiliados) y tienen un solo voto, algunas dos, en la asamblea.
Fase decisiva
En todo caso, la ventaja de Allende no es suficiente como para que su triunfo esté garantizado, según cual sea el comportamiento de esas 16 asambleas que votaron otros candidatos o se abstuvieron de presentar ninguno.
Con el inicio de la segunda vuelta el proceso entra en su fase decisiva, en la que los dos sectores tendrán que buscar, por un lado, el apoyo de esas 16 asambleas y, por otro, garantizarse la revalida en las que ya ganaron en la primera. Puede suceder que una asamblea que votó en un sentido en primera vuelta lo haga en otro en la segunda en función de la movilización de la afiliación.
Los estatutos del PNV establecen un apoderado para las organizaciones que tienen entre 1 y 50 afiliados, dos para las que no superan los 100, tres para aquellas que cuentan entre 101 y 500 miembros y cuatro para las que superan esta última cifra. El PNV no tiene en Álava ninguna junta con más de 500 miembros.
En estas dos semanas, las organizaciones municipales tendrá que realizar de nuevo asambleas locales para votar por separado un candidato a presidir el ABB, seis nombres para ese órgano, así como los apoderados en la asamblea regional y los representantes en el tribunal interno.
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