Racismo en la escuela
En los bochornosos hechos de El Ejido hubo una información que pasó inadvertida. De los aproximadamente 500 hijos de emigrantes que están escolarizados en la zona, el 92% lo está en la enseñanza pública, y sólo el 8%, en la enseñanza privada. ¿Casualidad? No. Es un síntoma.Otro: en Barakaldo, los padres de alumnos de un colegio religioso concertado se niegan a admitir en sus aulas a tres peligrosos niños gitanos de tres, siete y ocho años de edad. Éstos estaban antes escolarizados en una escuela pública donde todos los alumnos eran gitanos y que tuvo que cerrarse. Desde siempre, los colegios privados se han deshecho de los alumnos problemáticos. En eso se funda la enseñanza "selecta" que imparten. Y para eso pagan los padres que llevan allí a sus hijos. Los colegios privados concertados están sostenidos con dinero de todos los españoles y obligados por la ley a admitir a todo tipo de niños. La realidad es que no lo hacen. Son pocos los niños difíciles, deficientes, hijos de inmigrantes... que logran superar sus filtros de entrada. Pero en cuanto son detectados, se los quitan de encima. Con buenas palabras, haciendo caso omiso de esa "caridad" cristiana que muchos predican, los mandan a la enseñanza pública. Eso tiene un nombre: clasismo y racismo.
Quizá se pueda entender esta actitud o criticar la hipocresía de sus directores, pero lo que no se puede justificar es la pasividad de las autoridades educativas ante estas prácticas. En vez de hacer cumplir la ley, miran para otro lado, buscan mil y una justificaciones, bien porque no quieren problemas, bien porque les gustan las cosas tal y como están. Mientras, los padres que hemos elegido la escuela pública para nuestros hijos asistimos impotentes a su deterioro.-
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