La diócesis sale en apoyo de los jóvenes magrebíes detenidos en Torredembarra

Los cinco jóvenes de origen magrebí que fueron detenidos en Torredembarra (Tarragonès) el pasado 30 de abril, tras haber participado en una pelea en la que se vieron involucradas alrededor de una treintena de personas, recibieron ayer el apoyo de la Comisión Diocesana de Migración de Tarragona, que hizo público un comunicado en el que explica que la pelea se inició "por el comportamiento incorrecto de uno de los integrantes del grupo y que el resto se vio involucrado en la pela que se generó al intentar separarlo del tumulto".Los jóvenes, a quienes fuentes municipales involucran en actos de amedrentamiento contra propietarios y clientes de los locales nocturnos del puerto deportivo de la localidad, niegan pertenecer a un grupo organizado y se muestran preocupados por las repercusiones sociales de los hechos "entre diversas culturas cuyas relaciones siempre han sido cordiales".

Abdelkader Taquil, Larbi el Hamri, Chafik Chemsi, Aziz Chemsi, Ibrahim el Alwi y Khalid Taouil, de entre 20 y 25 años y vecinos de Torredembarra desde hace años, aseguran que su comunicado obedece a la voluntad de "seguir viviendo y trabajando en paz" y niegan tanto haber participado en tráfico de drogas como tener antecedentes policiales. Pese a esta afirmación, uno de ellos y cuyo nombre no ha trascendido, está fichado por las fuerzas de seguridad.

Dos policías heridos

El altercado en el puerto de Torredembarra, concretamente en el bar Divino, tuvo mucha repercusión por el gran número de personas que se vieron involucradas en él y porque en el transcurso del mismo resultaron heridas tres personas: uno de los detenidos, un agente de la Guardia Civil y un policía local.

Según explicaron fuentes municipales, el consistorio estaba al corriente de los problemas que estaban causando a los propietarios de los locales del puerto este grupo de jóvenes, que tras amedrentarlos, consumían gratis y molestaban a sus clientes. Uno de los empresarios resultó agredido tras prohibir la entrada de los jóvenes en su local. Los propietarios iniciaron una recogida de firmas solicitando mayor presencia policial en el puerto y todos reforzaron la seguridad contratando servicios privados. Las mismas fuentes municipales y el alcalde de la población, Santiago Segalá negaron en todo momento que el altercado tuviera tintes racistas o xenófobos.

Por otra parte, el pasado miércoles la policía judicial de la Guardia Civil de Salou detuvo a un vecino de Salou de 20 años, Diego L. R., como presunto autor de la agresión a un ciudadano senegalés. Los hechos sucedieron el lunes pasado y como resultado de la agresión, la víctima sufrió una fractura de hueso en el brazo derecho. Junto con Diego L. R., fue detenido David S. H., de 18 años a quien se le incautó una defensa de goma. Los investigadores del caso consideran que éste tampoco tiene un origen racista.