United Airlines consolida su liderazgo aéreo con la compra de USAirways

United Airlines anunció ayer que pretende consolidarse como primera compañía aérea mundial con la adquisición de USAirways, la sexta en EEUU y la décima del planeta. United ofrece 4.300 millones de dólares (786.900 millones de pesetas), un 130% por encima del cierre de USAirways del martes en Bolsa, y asume su deuda de 7.300 millones de dólares. La compra, aprobada por ambos consejos, debe ser ratificada por las juntas de accionistas, los sindicatos y las autoridades antimonopolio.

Ésta será, de consumarse, la mayor operación en el sector del transporte aéreo de pasajeros desde los años ochenta. El peso del coloso que nacerá de la fusión de las empresas que ocupan la primera y la sexta posición en el ránking norteamericano puede medirse con las siguientes cifras: 27.000 millones de dólares de facturación anual (4,94 billones de pesetas), una flota conjunta de 980 aviones, un total de 145.000 trabajadores y 6.500 vuelos y 500.000 pasajeros al día.El pasado año, los beneficios netos de United fueron de 1.200 millones de dólares y los de US Airways de 197 millones de dólares, una caída del 63% respecto a 1998. La nueva empresa será dirigida por James Goodwin, de 53 años, hasta ahora al frente de United. "Esto es sólo el comienzo del baile, ahora va a desencadenarse toda una carrera de adquisiciones y fusiones en EEUU y en todo el mundo", declaró ayer Kevin Murphy, analista de Morgan Stanley Dean Witter. La operación de United deja en estado de debilidad a American Airlines, el número dos de EE UU, y Delta Airlines, el número tres.

Pese a ocupar una excelente posición en el mercado de la costa atlántica, y en particular en el eje Boston-Nueva York-Washington, US Airways lleva años conociendo serios problemas por la elevación de sus costos laborales y fallos en los sistemas informáticos. Stephen Wolf, su presidente, había amenazado con vender la empresa al mejor postor si los sindicatos no aceptaban significativos sacrificios salariales y una mayor flexibilidad de las condiciones de trabajo.

Bajo lupa

Los analistas en Washington señalaban ayer que los sindicatos, y en particular los de pilotos, presentarán las principales objeciones a la fusión, que se traducirá en una pérdida de empleos aún no determinada. Los pilotos de United son dueños del 25% de las acciones de la empresa y ocupan una de las doce plazas en el consejo de administración. Otros colectivos laborales de United detentan un 30% adicional de las acciones. Las autoridades federales encargadas de proteger la competencia también escrutarán con lupa la fusión, ya que la suma de United y US Airways controlará el 46% del mercado de los tres aeropuertos de Washington, el 33% del aeropuerto de Boston y el 17% de los tres aeropuertos de Nueva York.

En 1995 US Airways ya sostuvo con United conversaciones para una posible fusión, después de romper su alianza trasatlántica con British Airways. Aquellas conversaciones fracasaron por la oposición de los pilotos de las dos empresas, que temían muchas jubilaciones anticipadas.

A fin de adelantarse a las preocupaciones de las autoridades por una excesiva concentración de poder, United Airlines anunció que venderá parte de sus rutas centradas en el aeropuerto Reagan, de Washington. El comprador será Robert Johnson, fundador de Black Entertainment Televisión, una cadena dirigida a los afroamericanos.