Destituido el delegado de la Agencia Tributaria en Tarragona

El delegado de la Agencia Tributaria en Tarragona, Enrique Coret, fue destituido ayer de manera fulminante al haberse detectado posibles irregularidades en la gestión, según confirmaron ayer fuentes de la propia agencia. La decisión es consecuencia, según estas fuentes, de la retirada de la confianza al delegado por parte de los órganos de dirección al tener conocimiento de hechos que pueden constituir presuntas irregularidades en la gestión.La Agencia Tributaria ha abierto una investigación interna para analizar el asunto y depurar las responsabilidades que pudieran derivarse. Se trata de la primera medida fulminante que toma el nuevo secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez Reyna. Según fuentes próximas a la Delegación de Hacienda en Barcelona, el nuevo secretario de Estado estaría preparando cambios de responsables en algunas delegaciones.

Fuentes próximas al caso precisaron que la destitución de Coret se ha producido por causas ajenas al funcionamiento de los servicios tributarios y no guarda relación con otros casos de irregularidades de funcionarios de Hacienda en Cataluña. Fuentes jurídicas señalan que los delegados territoriales centran gran parte de su gestión en tareas de recaudación.

Por otra parte, la presunta trama de corrupción de la Delegación de Hacienda de Barcelona congeló una inspección tributaria por una inversión de unos 300 millones a la sociedad Quail, la empresa patrimonial del financiero Javier de la Rosa, según explicaron fuentes judiciales. El ex inspector José Ramón Morató declaró ayer como imputado en la causa e hizo alusión a la inspección fiscal a Quail, que aún permanece abierta, aunque congelada, en Hacienda.

Morató fue citado en tanto que fue responsable de las unidades de inspección regional y también ocupó el cargo de inspector regional adjunto. Según la fiscalía, el ex inspector regional de Hacienda Josep María Huguet, el propio Morató y otros dos exinspectores "impidieron" la investigación a la empresa Tenob -del empresario Jacinto Bonet-, que, al parecer, canalizó inversiones de dinero negro.

Las mismas fuentes explicaron que Morató ha declarado que "no recibió instrucciones" expresas de sus superiores de cómo actuar en el caso Tenob, sino que consultó con ellos "métodos de investigación fiscal".