El rico mundo visual de Fischli y Weiss se exhibe en el Macba

Un conjunto de 14 mesas de luz, sobre las que se han repartido cerca de 2.800 diapositivas, realizadas por los artistas durante sus viajes por todo el mundo desde 1987. La obra se titula Mundo visible y da nombre a la exposición de los artistas suizos Peter Fischli (1952) y David Weiss (1946), que desde hoy, y hasta el 11 de septiembre, puede verse en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba).Casi todas las diapositivas en cuestión se asemejan a las que pueden encontrarse en los folletos de las agencias de viajes: puestas de sol en playas caribeñas, las pirámides de Egipto, el Golden Gate, la cima de una montaña nevada... "Por supuesto que nuestro trabajo aborda el tema de los clichés turísticos", comenta David Weiss. "Pero si coges el ejemplo de las pirámides hay dos posibilidades de lectura", añade Peter Fischli. "Una más banal, que se aproxima a la propaganda turística, y otra más cultural, porque, pese a lo arquetípico de la imagen, no deja de ser un elemento cultural impresionante que te hace preguntarte muchas cosas sobre aquellos que las realizaron. Puedes tener una actitud crítica respecto a la imagen que venden los media, pero entonces corres el riesgo de perderte su belleza. Creo que en esta época cada vez es más importante que tengamos en cuenta las dos cosas".

De hecho, y pese a que no hay duda de que en la obra de Weiss y Fischli -que trabajan juntos desde 1979 en su base de Zúrich- pueden encontrarse miradas críticas o irónicas sobre nuestro entorno, lo que sobresale a primera vista es la belleza de unas imágenes que, por otra parte, tienen mucho de trivial o cotidiano. Así, en una de las salas se presenta la instalación Pilze (1998), con diapositivas que se van superponiendo y que reproducen imágenes de setas. La calidad de la imagen en color y el hecho de que ocupan toda una pared provoca un efecto hipnotizante. Parecida sensación provoca Herbst, con imágenes de flores en otoño, o, aún más, Kanalvideo (vídeo de alcantarilla), de 1992, que se ha montado a partir de una película preexistente sobre el sistema de alcantarillado de Zúrich que utilizan los trabajadores para conocer el estado de las cañerías.

Videoinstalación

La exposición, de hecho, es una especie de retrospectiva en la que puede verse una selección de los trabajos anteriores que han dado fama a esta pareja artística. Vídeos y filmes como El curso de las cosas (1987) o La recta vía (1983); esculturas de caucho que reproducen exactamente objetos de todo tipo, como, por ejemplo, un disco de vinilo que suena igual, pese a ser una copia; fotografías de la serie Aeropuerto, aburridas imágenes anodinas de las pistas de distintos aeropuertos, o la pieza con la que representaron a su país, Suiza, en la Bienal de Venecia de 1995. Esta videoinstalación consiste en 12 monitores en los que se pasan grabaciones realizadas por los artistas en el entorno de Zúrich, cuya duración total es de 96 horas, lo que imposibilita su revisión completa.