Prado niega que pudiera influir para que España entrase en la guerra del Golfo

El financiero Manuel Prado y Colón de Carvajal declaró ayer como imputado en el caso KIO y aseguró no tener ninguna conexión "con Kuwait, KIO [Kuwait Investment Office], KIA [Kuwait Investment Agency] o el Grupo Torras". Prado negó ante la juez Teresa Palacios que participase "en un lobby político". "Entre otras cosas", dijo, "porque no tenía capacidad para comprometer al Estado español en la decisión de intervenir o no en la guerra del Golfo" Prado figura como imputado en los casos KIO y Grand Tibidabo y el fiscal anticorrupción Salvador Viada tiene solicitada una pena de cuatro años de cárcel para él por apropiación indebida. Ello obedece a una operación realizada en mayo de 1992 en la que, por orden de Javier de la Rosa, se desviaron 1.900 millones pertenecientes al Grupo Torras a través de la sociedad Wardbase. El dinero acabó en una cuenta suiza propiedad de sociedades de Prado.

Sin embargo, ésa sólo es una de las operaciones, ya que la fiscalía considera que Prado recibió más de 10.000 millones de pesetas de Torras en Suiza por orden de De la Rosa.

Prado sostuvo ayer que 80 millones de dólares entregados por De la Rosa se han repartido en reembolsar operaciones realizadas por el propio Prado mientras que el resto corresponde a "su parte legítima". No obstante, no quiso precisar a cuánto ascendía esa "parte legítima".

También pidió Prado perdón por no haber cumplido el compromiso que asumió ante la juez de presentar la documentación sobre el destino del dinero y prefirió no declarar sobre ello. Tampoco quiso contestar sobre su participación en otras sociedades y, finalmente, alegó no encontrarse recuperado de una enfermedad para no contestar a las preguntas formuladas por el abogado de De la Rosa, quien había presentado un cuestionario en el que se interesaba por pagos en Suiza, relaciones con Kuwait y entrevistas entre el financiero y el rey Juan Carlos.

A la salida del juzgado, Prado afirmó que esa forma de De la Rosa de poner en entredicho la figura del Rey "es una falacia tan grande que es impropia de un español". "Aparte de ser una locura, es una falacia", insistió; "para mí, la figura del Rey es lo más sagrado que existe en este país porque representa a mi patria, que es España". De la Rosa, que acudió más tarde al juzgado, tachó de "mentiroso" a Prado.