El alcalde de Llagostera denuncia a CiU por tratar de sobornar a un concejal La izquierda gobierna por la mínima diferencia
Una denuncia presentada ante la fiscalía por el alcalde de Llagostera, Lluís Postigo (IC-V), y el concejal Jordi Noguera (ERC), integrantes del frente de izquierdas Entesa per Llagostera, acusa al portavoz de CiU en el consistorio, Josep Comas, de intentar sobornar al edil republicano para que éste apoyara una moción de censura contra el actual alcalde.
El alcalde de Llagostera confirmó ayer la existencia de la denuncia, pero declinó entrar en los pormenores de la misma a causa del secreto de sumario que ha dictado el juzgado número 2 de Girona. Sí admitió que la presentación del escrito ante la fiscalía está afectando seriamente al desarrollo normal de las tareas municipales. La denuncia, según informaba ayer El Punt, fue presentada hace un mes y en ella se recogen las supuestas variaciones que sufrieron las ofertas de CiU: en primer lugar, el edil republicano fue tentado con unos 10 millones de pesetas y un sueldo mensual de 600.000 pesetas, aunque más adelante la oferta monetaria bajó a cinco millones y se incluyó un sueldo de 300.000 pesetas y un puesto de trabajo.Al parecer, Jordi Noguera comunicó inmediatamente al alcalde los supuestos intentos de soborno de que era objeto y ambos idearon un plan para reunir pruebas del delito. Las conversaciones que el edil de ERC mantuvo con el líder de la oposición o con el ex concejal de CiU se llevaron a cabo ante un teléfono móvil en el que, previamente, Noguera había marcado el número de teléfono del alcalde. Éste grababa las conversaciones desde su despacho. El edil de ERC no dio nunca respuesta concreta a las propuestas, de manera que los contactos pudieron prolongarse hasta que los denunciantes consideraron que en las cintas habían suficientes indicios de delito como para ser tenidos en cuenta por la fiscalía.
Entesa per Llagostera (IC-V, ERC e independientes) constituye uno de los pocos municipios de Cataluña en los que se consiguió fraguar un olivo electoral que consiguió desbancar un tradicional feudo convergente. La coalición de izquierda obtuvo siete concejales en las elecciones municipales de junio de 1999 frente a los seis de CiU. El equilibrio de fuerzas surgido de las urnas supone que cualquier desavenencia en el equipo de gobierno abre la posibilidad de una moción de censura, ya que el trasvase de un edil es suficiente para que CiU recupere la alcaldía.
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