África se muere de sida
El informe de Onusida para el año 2000, publicado a dos semanas de la apertura de la Conferencia Internacional sobre el Sida en Durban, es una llamada angustiada a los países ricos para que ayuden a acabar con la epidemia, que afecta gravemente a África subsahariana. En la actualidad, 34,5 millones de personas son portadoras del virus en el mundo.Si la comunidad internacional no aligera la deuda externa de los países africanos, "la pobreza seguirá atizando las llamas de la epidemia" del sida. En esta ocasión Onusida (el programa mundial de la ONU para el sida) adopta un tono más político que nunca.
A excepción de los países desarrollados y de algunos en vías de desarrollo, en los que se ha podido estabilizar la epidemia, la situación es más catastrófica que nunca. En todo el mundo, 34,3 millones de personas, adultos y niños, son portadoras del virus. La mayor parte de ellas (71%) viven en África subsahariana. En los países más afectados por el sida, un tercio de los jóvenes que hoy tienen 15 años (15% de los adultos infectados, por lo menos) morirá de la enfermedad.
La epidemia está en pleno apogeo en África. "Los cálculos más recientes de Onusida y la OMS indican que, sólo en 1999, fueron infectadas con el VIH 5,4 millones de personas más"; de ellas, 4 millones sólo en África subsahariana. El documento subraya que, al margen de varias excepciones alentadoras, como Senegal y Uganda, existe un "efecto de aceleración", y habla de "desafíos gigantescos", sobre todo en el cono sur del continente africano. África occidental, donde las cifras de seropositivos son mucho más bajas (en general, inferiores al 3% de los adultos), sufre un aumento en países como Costa de Marfil o Nigeria.
El informe destaca la situación especialmente preocupante de las mujeres jóvenes: "Los niveles de infección son mucho más elevados que entre los hombres jóvenes". Onusida cita varios estudios demográficos para señalar que "los índices medios entre las adolescentes son más de cinco veces más elevados que entre los varones. Entre los jóvenes que se encuentran en la veintena, los porcentajes son tres veces más altos entre las mujeres ".
"Asia mantiene el VIH a raya, pero ¿por cuánto tiempo?", prosigue el informe. Los índices de infección en la población general son escasos en comparación con las cifras de África, puesto que sóloCamboya, Birmania y Tailandia tienen una incidencia superior al 1%. No obstante, ciertas regiones, mucho más pobladas que la mayoría de los países africanos, poseen índices muy superiores a la media nacional. En India, donde sólo son seropositivos 3 de cada 1.000 habitantes, el número de personas que viven con el virus es 3,7 millones.
La situación en el continente americano está llena de contrastes. En el norte, como en los demás países acomodados, la epidemia está controlada, pero se señalan dos problemas: las cifras siguen siendo elevadas entre los que se pinchan y hay indicios que hacen pensar en un incremento de las conductas de riesgo entre homosexuales. Onusida insiste en que "el VIH está diezmando las poblaciones del Caribe. Algunos de estos países se encuentran ante epidemias mucho más graves que cualquier otro país, con la excepción de África subsahariana". Haití y las Bahamas son los más afectados, con el 5% y el 4% de casos, respectivamente, en la población adulta. Latinoamérica presenta una situación muy heterogénea, con los índices de infección más elevados "en el lado caribeño" y niveles más bajos en los países andinos. "Brasil, Argentina y México, se esfuerzan por ofrecer una terapia antirretroviral a los infectados", subraya el informe.
El temor de Onusida respecto a los países de Europa del este y Asia central es que el VIH se extienda a toda velocidad entre los toxicómanos que se inyectan, una posibilidad que constituye "el mayor riesgo" para la región. Se cree que 130.000 rusos son seropositivos, pero que se pinchan entre uno y dos millones y medio.
Después de realizar este examen de la situación, los expertos de Onusida muestran el enorme tributo demográfico y económico que pagan los países más afectados. Los sectores de la educación, la agricultura y la sanidad sufren repercusiones devastadoras. El documento, preocupado por proporcionar argumentos a los pragmáticos responsables encargados de tomar las decisiones financieras, destaca hasta qué punto "el VIH perjudica al mundo económico", debido al absentismo, el descenso de la productividad y al aumento de las las horas extraordinarias. Asimismo, el informe se propone identificar los factores de vulnerabilidad que constituyen la violencia hacia las mujeres, la "violación como arma de guerra" y los malos tratos a los niños.
A pesar del carácter esencialmente sombrío de la situación, Onusida insiste en que "el mundo no es impotente ante la epidemia" y que "los países que se enfrentaron hace años a la epidemia empleando métodos sólidos recogen hoy los frutos de sus esfuerzos". Está aún por saber si la movilización de recursos será suficiente y rápida como para controlar la epidemia, sobre todo en África
© Le Monde
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