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EUROCOPA 2000

Estrellas a la altura de su prestigio

Los mejores jugadores europeos se consagraron en un torneo que no descubrió nuevos valores

Santiago Segurola

Tras la Eurocopa de 1996 se adueñó el pesimismo sobre el papel de los jugadores. Aquel torneo, magnífico por ambiente y pasión, resultó decepcionante por fútbol. La reciente Eurocopa ha tenido un aire menos opresivo, con un protagonismo visible de las grandes estrellas. Torneo corto en nuevos valores, ha sido la hora de los consagrados. Con pocas excepciones, los mejores jugadores europeos han estado a la altura de su prestigio. Este periódico considera que el equipo ideal está integrado por los siguientes futbolistas. - Toldo. Decisivo en el acceso de Italia a la final. Por el tipo de juego de su equipo, quedan por medirle sus cualidades en el área grande. En la pequeña ha sido intachable. Firme, fuerte, sereno, con una presencia que ha intimidado a la mayoría de los delanteros.

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- Nesta. Cannavaro ha recibido más elogios en la prensa italiana, pero Nesta ha cometido menos errores (Cannavaro protagonizó dos fallos decisivos en los goles de Francia en la final). Sin alcanzar el nivel anterior al Mundial de Francia, Nesta fue una roca en el denso sistema defensivo italiano. Invulnerable en el juego aéreo, firme en el corte y con capacidad para anticipar. Un excelente marcador a la antigua: mediocre para jugar el balón.

- Blanc. El mejor defensa del campeonato por oficio y clase. Nunca ha sido el más rápido de los zagueros, pero su inteligencia tapó esa carencia. Su actuación en la final fue memorable. Gran capacidad de anticipación, listo para leer los movimientos de los delanteros, fortísimo en el juego aéreo. Su liderazgo se apreció en los momentos de dificultad de Zidane. Sobre todo, en la final. Garantía absoluta en el manejo de la pelota, con la extremada importancia de ese factor en el juego francés.

- Maldini. Con 31 años, todavía mantiene su tremendo vigor defensivo. Casi infranqueable. Pasó algunos apuros en el arranque del partido ante Holanda frente a Overmars. Luego le tomó la matrícula y le sacó del partido. Uno de los defensas con más capacidad de intimidación sobre los delanteros.

- Rui Costa. Aunque le puede su querencia a conducir la pelota, se ha confirmado como uno de los mejores centrocampistas del mundo. Hábil, vertical, listísimo para tirar paredes. Espectacular partido contra Inglaterra.

- Guardiola. Levantó el vuelo tras los dos primeros encuentros. Magnífico frente a Yugoslavia, sensacional ante Francia. En una Eurocopa que privilegió los pivotes de corte defensivo, Guardiola ratificó que es el medio centro más dotado para elaborar el juego.

- Zidane. El jugador del campeonato. Su juego resume todo el fútbol. Así de simple. Nadie tiene tanta facilidad para tomar las decisiones correctas, incluso en los momentos más difíciles. Superó su actuación en el Mundial.

- Nedved. Su partido frente a Holanda vale por todo el campeonato. Tuvo el don de la ubicuidad. Generó juego, defendió como el primero, llegó a posiciones de ataque constantemente. Rápido, listo, dinámico, voraz. Un gran jugador.

- Figo. El único que se atrevió a disputar a Zidane el título de mejor futbolista del torneo. Abrumó a los ingleses en un partido memorable. Hizo lo mismo con los turcos. Potente y hábil, difícil de descifrar por los defensas en cualquier posición. Líder indiscutible de la selección portuguesa. Su valentía para afrontar cualquier partido no tiene parangón.

- Kluivert. El mejor holandés. Incomparable cuando juega de espaldas a la portería. Y de frente, cada vez parece más seguro. Se acerca a la madurez como futbolista.

- Henry. El que más ha progresado entre los jóvenes. Incontenible por su velocidad, especialmente cuando salía de izquierda a derecha. Un purasangre con un futuro espectacular.

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