El 'padre' de la privatización rusa califica de revancha comunista el acoso a los oligarcas
Anatoli Chubáis, padre de las privatizaciones rusas y cabeza de la empresa monopolista de electricidad Sistema Energético Unido (SEU), reaccionó ayer con furia a la decisión del Tribunal de Cuentas de pedir a la Fiscalía que abra una investigación sobre la adquisición, por parte de extranjeros, de acciones de la mencionada compañía. Chubáis calificó las medidas del Tribunal de Cuentas de ataques "políticos" y de un "intento de destruir los fundamentos del Estado ruso", ya que SEU, con 440.000 accionistas, "representa hoy casi la mitad del mercado de valores de Rusia".
Las investigaciones de presuntas irregularidades cometidas en la compra de acciones de SEU es interpretada por la mayoría de los analistas como un capítulo más en la guerra contra los oligarcas que ha desatado el Kremlin. La Fiscalía, la Policía de Impuestos y otras organizaciones estatales han actuado ya contra Media-Most (Vladímir Gusinski), Norilsk Níquel (Vladímir Potanin), Lukoil (Vaguit Alekpérov), Gazprom (Rem Viájirev) y Avtovaz y Avtobank (Borís Berezovski). El anuncio del Tribunal de Cuentas, hecho anteayer, tuvo una influencia inmediata en la Bolsa, donde las acciones de SEU cayeron un 6% el jueves y continuaron bajando ayer.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha permanecido indiferente a los ataques contra los oligarcas, y en una entrevista publicada ayer por el prestigioso diario Izvestia reiteró: "No me inmiscuiré en los asuntos de la Fiscalía".
Sin embargo, nadie cree en Rusia que la Fiscalía sea realmente independiente, a pesar de que así lo afirme Putin, y que se atreva a actuar contra personajes tan influyentes sin tener el visto bueno del Kremlin. El líder ruso dijo estar resuelto a revertir una situación en la que hay empresas que "causan daño al Estado" gracias a "privilegios inadmisibles", pero aseguró que actuaría "dentro de la legalidad".
"En lo que se refiere al mundo de los negocios, repito que aquellos de sus representantes que tratan de usurpar las funciones del Estado u obtener privilegios gracias a sus especiales relaciones con el poder, deberán renunciar a esos planes. La ley es una para todos. Y es inadmisible que el volumen de derechos sea proporcional al volumen de capital y bienes que se tenga", manifestó Putin.
Chubáis, mientras tanto, se mostró ayer seguro de la legalidad de la venta de las acciones de su empresa. "Los argumentos para anular la venta de acciones de SEU a no residentes son ridículos y jurídicamente inconsistentes. Pero tienen una lógica política, y esto es algo muy serio", declaró Chubáis, quien atacó directamente al auditor Veniamín Sokolov (que hasta 1993 fue vicepresidente del Sóviet Supremo de Rusia y ahora ha pedido la investigación de SEU), acusándolo de querer realizar una revancha comunista en toda regla.
El Tribunal de Cuentas cree que más del 15% de las acciones de SEU fueron vendidas ilegalmente a extranjeros en operaciones que debían haber estado circunscritas a ciudadanos rusos. Pero Chubáis considera que las acusaciones son absurdas y persiguen fines exclusivamente políticos, en momentos en los que se está estudiando un programa de reestructuración del monopolio de la electricidad rusa. El programa prevé la creación de 15 sociedades anónimas para desmonopolizar el mercado de la generación, transmisión y venta de la electricidad.
Consecuencias desastrosas
La guerra contra los oligarcas, en opinión de algunos sectores políticos, puede tener consecuencias desastrosas para el país. De ahí que Borís Nemtsov, líder del grupo parlamentario de la Unión de Fuerzas de Derecha (UFD), planteara a Putin la necesidad de organizar en el Kremlin una mesa redonda con empresarios y banqueros rusos. El presidente accedió a la petición de la UFD, partido que apoya la reforma política que Putin ha presentado al Parlamento. Nemtsov, antes de plantear su propuesta en el Kremlin, obtuvo el apoyo de 12 grandes empresarios, entre los que se cuentan Mijaíl Friedman (Alfa-Group), Mijaíl Jodorkovski (presidente de la petrolera Yukos) y los ya citados Alekpérov, Gusinski y Potanin.
La primera reunión entre Putin y los hombres de negocios se realizará a finales de mes, después de que el presidente regrese de la cumbre del G-8 (los siete países más ricos y Rusia) en Japón. Las reuniones entre el presidente y los empresarios serán mensuales; el jueves Nemtsov ya discutió con Putin los temas de las cinco primeras mesas redondas.
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