_
_
_
_
Crítica:CRÍTICA - POP
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El gran seductor

Hubo quien, hacia el final del concierto, ya no pudo contener las lágrimas y rompió a llorar. No es de extrañar. El cubano Pancho Céspedes es de esos artistas que van tendiendo trampas al público hasta que, reducidas por completo sus defensas, consigue desarmarlo de prejuicios e inoportunas dudas y termina moldeando sus sentimientos a su puro antojo. Trampas en forma de canciones, claro, y canciones de esas que, como suele decir su célebre amigo y descubridor Alejandro Sanz, se clavan directamente en el corazón. Lo suyo son, según sus propias palabras, trágicas historias de "si te vas, me muero", amargos sollozos melódicos sobre "la lejanía y el dolor que provoca la nostalgia" e, incluso, optimistas refugios para aquella gente que está "muy sola y muy triste".Y todo ello, encima, aderezado con una música que bebe del jazz y el bolero, y sobre todo de la vida, susurrada y melodramática, silenciosa, para bailar agarrado, para llorar y perder el sentido. Esos son, en fin, sus principales señuelos (habría que añadir, por supuesto, una enorme simpatía y un poder de seducción que enamora a cualquiera; aunque, a veces, eso hay que reconocerlo, tanta dulzura puede resultar un pelín empalagosa) y, sin duda, los argumentos que le han permitido vender alrededor de un millón y medio de copias de su debú discográfico, La vida loca, y, por ahora, más de medio millón de su reciente Dónde está la vida.

Pancho Céspedes

Jardines de Viveros. Valencia, 17 de julio de 2000

Así, Céspedes (con Se me antoja, Todo igual a nada, Llorando por dentro o Nadie como tú) llegó, cantó y triunfó. Sólo dos peros: su voz (tan expresiva como limitada) y un público significativamente escaso (3.125 pesetas, en taquilla, es demasiado dinero para muchos de sus fans).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_