Xavier Bassa declara durante siete horas por el secuestro de Olot

Xavier Bassa, único procesado, además de Joan Casals, por el secuestro de la farmacéutica de Olot Maria Àngels Feliu, fue sometido ayer al primer interrogatorio desde que la confesión del policía local de Olot Antonio Guirado, hace más de un año, permitió detener y encarcelar a los autores confesos de la acción. Bassa declaró durante siete horas y a la salida, muy tranquilo, se reconoció contento de poder ratificar una vez más su inocencia. Aseguró que salía reforzado de la comparecencia, aunque se remitió al secreto de sumario cuando se le preguntó por su presunta relación con un ex compañero, Guillermo Conde, en una agencia de detectives de Barcelona y con el guardia civil Carlos Díaz-Ureña, que estuvo destinado en el cuartel de Torelló y conoció a Ramon Ullastre, el propietario de la casa donde se construyó el escondrijo en el que fue recluida Feliu.Ambos testigos, cuya declaración ha precedido en unos meses a la de Bassa, son claves en los intentos de relacionarlo con los secuestradores encarcelados. El letrado de Bassa, Manel Mir, explicó que la declaración fue larga y completa. Joan Casals y Xavier Bassa, los primeros detenidos en relación con el secuestro, llegaron a estar acusados de asesinato, aunque la liberación de la farmacéutica les libró de este cargo.

Bassa y Casals siempre han defendido su inocencia y han subrayado la escasa entidad de las pruebas en las que se fundamenta su acusación. En el caso de Bassa, existen informes caligráficos que relacionan su letra con la de un sobre que contenía una casete con la voz de Feliu que se envió a la familia durante el secuestro. No obstante, también existen otros informes que niegan esa posibilidad.