El general Izurieta visita al ex dictador en su casa para expresarle la solidaridad castrense
El fallo de la Corte Suprema de Chile, cuyo sentido era conocido desde hace varios días, ha permitido a los militares y a los seguidores del ex general Augusto Pinochet preparar la escenografía de su rechazo. El comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta, y los demás jefes militares se trasladaron de inmediato a la residencia del ex dictador para expresarle la solidaridad de la institución castrense en el "momento ingrato" que vive en estos momentos. En la calle, mientras, más de mil personas a las que se sumaron muchas más marcharon desde el Palacio de justicia al grito de "y ya cayó".
El presidente de Chile, el socialista Ricardo Lagos, llamó ayer a sus compatriotas a mantener "mesura y respeto" ante el fallo de la Corte Suprema. "Entiendo que para algunos éste es un momento de alegría y para otros es un momento desagradable, ingrato e injusto", dijo el presidente en una breve comparecencia ante la prensa en el Palacio de La Moneda.Pero no va a ser fácil conseguir esa paz social. Los partidarios del ex dictador, apenas una cincuentena, expresaron de inmediato su rechazo al fallo judicial lanzando huesos de vacuno en las calles aledañas a la Fundación Pinochet, en un intento por representar, según dijeron, "a los detenidos desaparecidos que tanto reclaman". Algunas fuentes militares reiteraron ayer sus amenazas de que el desafuero dificultará la búsqueda de los cadáveres tal y como se había acordado en la mesa nacional de diálogo.
En el Ejército, los jefes militares encabezados por el general Izurieta rindieron una visita al ex dictador. A la salida de la casa, el Izurieta declaró: "El Ejército, representado por su comandante en jefe y por el grupo de generales que me acompaña, ha querido venir a expresarle y a entregarle al general Pinochet, ex presidente de la República y ex comandante en jefe, nuestro apoyo y nuestra solidaridad". Izurieta negó la existencia de presiones por parte del Ejecutivo para evitar esa visita: "Como comandante en jefe sé lo que tengo que hacer", respondió.
El juez Juan Guzmán Tapia, que instruye el sumario contra el general advirtió que quiere interrogar "en persona" al acusado. Aunque no dio una fecha esto supondría que Pinochet se vería obligado a sentarse, físicamente, en el banquillo de los acusados.
Augusto Pinochet hijo declaró a la cadena SER que la salud de su padre había empeorado de nuevo en las últimas semanas. "Esperamos que esto sea justicia y no esté influenciada por las posiciones políticas. Cuando mi padre volvió a Chile, pensé que simplemente lo iban a dejar tranquilo". Mucho más radical, Marco Antonio Pinochet, el hijo menor del ex general, aseguró que el fallo era la representación de una gran mentira. "Ha sido un juicio político. Pese a que es un fallo que tenemos que acatar, no es respetable ni serio".
El presidente de la patronal chilena, Walter Riesco, un simpatizante del ex general, calificó el fallo de "lamentable y dañino para el país". "Creo que el desafuero traerá consigo consecuencias en el despegue económico".
En la calle, los detractores del ex dictador estallaron en júbilo. Más de mil personas abandonaron los tribunales coreando diversos eslóganes, como el "y ya cayó", marchando por el centro de Santiago. Los manifestantes se reunieron frente al palacio La Moneda, junto a la estatua de Allende. El himno electoral de la Unidad Popular, la coalición de izquierda que llevó a Allende a la presidencia, el Venceremos, volvió a oírse en las calles de la capital con la celebración espontánea que desató la más humillante derrota judicial sufrida por el ex dictador.
Una pancarta que decía "Pinochet desaforado, Chile triunfó" encabezaba la marcha, en la que se veían numerosos rostros emocionados. Los manifestantes, muchos de ellos con globos, coreaban "¡El pueblo, unido, jamás será vencido!", mientras atronaba la música. "¡No lo puedo creer!, ¡por fin!", exclamó una integrante de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos mientras se fundía en un abrazo. "Dedicamos este momento a quienes lucharon por la defensa de los derechos humanos en Chile y el mundo", afirmó el abogado querellante Eduardo Contreras, mientras la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Viviana Díaz, planteó que el fallo demostró que "Pinochet no es desigual ante la ley", por lo que debe responder a la justicia.
Otro de los abogados querellantes, el diputado socialista Juan Bustos, afirmó que el veredicto es "una enseñanza para el mundo, ya quedó demostrado que el Poder Judicial es independiente". Aldo González, representante de la Coordinadora contra la Impunidad, dijo a la SER que ésta era "una inflexión en la historia de Chile".
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