SOBRE EL RUGIDO DEL PÚBLICO
Mientras Camela está actuando la multitud ruge, desgañitándose y con pasión, las letras de todas las canciones del grupo. Tanto es así que los cantantes se han visto obligados a utilizar unos pequeños cascos para el monitoraje, porque como dice María Ángeles, "no te oyes nada y lo pasas fatal". Pero, a pesar de esas dificultades técnicas, ese clamor popular es el que ha sostenido a una banda que ha logrado, por si sola, crearse un público fiel en muchas ciudades.
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