Imaz anuncia un plan de ayudas para las empresas incendiadas en Irún

El plan 3R no continuará

El Gobierno vasco analiza la posibilidad de elaborar un plan extraordinario de ayuda para las 14 empresas que resultaron afectadas en el incendio fortuito que se produjo el pasado día 16 en el polígono Soroxarta de Irún. Las pérdidas podrían superar los 2.000 millones de pesetas, según las primeras estimaciones.El Ejecutivo, señaló su portavoz y consejero de Industria, Josu Jon Imaz, se basará en el modelo que se aplicó a las industrias en las inundaciones que sufrió la comarca de San Sebastián en 1997. Aquel año se constituyó una comisión interdepartamental de cuatro áreas -Hacienda, Industria, Comercio y Transportes- cuyo objetivo fue tramitar créditos especiales para solventar los problemas de todas aquellas empresas que habían resultado afectadas.

Cinco de las empresas dañadas -"las de mayor actividad"- se ubicarán temporalmente en pabellones industriales de Irún y Hendaya, según anunció ayer el alcalde irunés en funciones, Javier Damboriena.

En el siniestro fueron pasto de las llamas una quincena de empresas que emplean a 150 trabajadores. Damboriena señaló que los peritos de las aseguradoras deberán determinar si los pabellones quemados se repararán o habrá que demolerlos.

Imaz se refirió al incendio al presentar, ayer en San Sebastián, los resultados del plan de ayudas 3R, denominado así por su objetivo de "reestructuración, rescate y reorientación". El titular de Industria indicó que estas ayudas han servido para paliar la "difícil situación" del tejido industrial de transformados metálicos en el País Vasco, que prácticamente quedó "desmantelado y se perdieron muchos puestos de trabajo" tras "la fuerte caída de la demanda a finales de los 80 y a principios de los 90".Imaz presentó, junto al viceconsejero de Administración Industrial, Javier Aranburu, los resultados del plan que, según dijo, ha sido "positivo" en "materia social" y, en términos económicos, ha tenido una "reversión muy importante para el propio Gobierno". Un total de 63 de las 67 empresas que recibieron avales por 34.306 millones de pesetas en 1992 llegaron a facturar durante el ejercicio de 1999 el doble que entonces, ya que pasaron de 99.294 millones de pesetas a 203.529 millones.

El consejero agregó que se concedieron indemnizaciones a empresas con excedentes laborales por un importe de 13.770 millones de pesetas para "paliar las consecuencias sociales por los procesos de cierre".

A pesar de estos resultados, Imaz anunció que este plan "no tendrá continuidad" porque "surgió en una situación especial", aunque apuntó que desde su departamento no se dejará de impulsar las ayudas a las empresas.

El 3R consistió en un aval con garantía hipotecaria sobre créditos que concedían las instituciones financieras gracias a un convenio firmado con el Ejecutivo vasco. Imaz indicó que actualmente en estas empresas trabaja el 72% de la plantilla contratada en 1992, lo que ha supuesto un "ajuste laboral no traumático de 5.457 empleos".