Sabando renuncia, por oportunidad política, a sustituir a Almeida en el debate de la región

Cristina Almeida, presidenta del PDNI (Partido Democrático de la Nueva Izquierda), dará la réplica al presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, en el debate del estado de la región, tal y como recogía el acuerdo electoral entre este partido y el PSOE. Pedro Sabando, portavoz socialista en la Asamblea, que en algún momento pensó sustituir a Almeida, ha terminado por renunciar a ello. En su decisión, según fuentes socialistas, ha influido la proximidad del congreso de la Federación Socialista Madrileña y su deseo de no abrir brechas en la organización.

Pedro Sabando, portavoz del PSOE-Progresistas en la Asamblea de Madrid, no será el que se enfrente al presidente madrileño en el debate del Estado de la Región. Y no es que de pronto se haya convencido de que no hay razones para sustituir a Cristina Almeida, presidenta del PDNI. Ni que no considere necesario que sea un socialista el que defienda el programa socialista en el principal foro de discusión del curso parlamentario. No. Pedro Sabando sigue creyendo que no es lógico que sea Cristina Almeida -con sus cuatro escaños- la que represente al principal grupo de la oposición en la Asamblea de Madrid. Y, al margen de acuerdos y compromisos, ésa es una creencia compartida por prácticamente la totalidad de los diputados socialistas.

La última intervención de Almeida en la Asamblea de Madrid sobre la telebasura y la durísima réplica de Ruiz-Gallardón fue para los parlamentarios del PSOE la gota que colmaba un vaso que había empezado a llenarse con unos resultados electorales que no habían cumplido ninguna de las expectativas. Y eso que, al menos oficialmente, los socialistas salieron en defensa de la presidenta de Nueva Izquierda. Todo un gesto de respeto parlamentario.

La marcha a la política nacional de Jaime Lissavetzsky, secretario general de los socialistas madrileños, hasta entonces portavoz en la Asamblea de Madrid y muñidor de los acuerdos con el PDNI, había removido lo que, sólo aparentemente, eran las tranquilas aguas de la alianza.

Pedro Sabando, sustituto de Lissavetzsky en la dirección del grupo, había comentado que no se sentía obligado por un acuerdo que él no había firmado y cuyas virtudes eran cada día menos evidentes. En algún momento se barajó -con la ruidosa protesta de los parlamentarios de Nueva Izquierda- que sería el nuevo portavoz socialista el que daría la réplica al presidente madrileño en el debate del estado de la región.

Pero la política, como el corazón, tiene otras razones. Ayer, el propio Sabando anunciaba, escueto y preciso, que, "en virtud de los acuerdos sucritos entre el PSOE y el PDNI, sería Cristina Almeida la portavoz en el próximo debate del estado de la región". El anuncio causaba una regocijada sorpresa en el PP, que hasta entonces creía que sería Sabando el que llevaría el debate.

¿Qué había pasado? Sencillamente, que la dirección socialista madrileña ha decidido mantener los acuerdos con el PDNI, pese a una eficacia que ni los firmantes se atreven a defender. En la decisión de la dirección madrileña no sólo ha influido el afán de mantener la palabra dada, sino -y mucho- la nueva situación en el PSOE federal y la inminente celebración del congreso de la Federación Socialista Madrileña (FSM).

En ambientes socialistas, según cuentan algunos dirigentes madrileños, las cosas son todavía lo suficientemente confusas como para que nadie se atreva a apostar por el apoyo o el desafecto hacia sus aliados. Hasta la posibilidad de que el PDNI termine integrándose en el PSOE presenta ahora nuevas variables. ¿Son los acuerdos con Nueva Izquierda también herencia del pasado? Para algunos dirigentes, sí. Porque lo que es cierto es que alguno está convencido de que una posible integración no puede hacerse de igual a igual y de organización a organización como pretenden algunos dirigentes del PDNI.

Y, en medio de esa tormenta, el trueno del próximo congreso de la federación madrileña complicando cualquier decisión en torno a los compañeros de alianza.

Para personas cercanas a Pedro Sabando, con su renuncia a ejercer de portavoz no ha hecho sino evitar una nueva brecha en el socialismo madrileño. Sin concretarse siquiera quiénes aspiran a la dirección de la FSM, abrir una batalla por remover de la portavocía a Almeida sólo hubiera agudizado los enfrentamientos en una organización últimamente enfangada en la cultura de la división.

"Cuando ya hay viejos problemas, ¿merece la pena buscarlos nuevos?", se preguntan en la familia socialista.