El nuevo presidente del estadio de La Cartuja cambia de estrategia para hacer frente a la crisis económica
El delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, Rafael Carmona (PA), sustituirá en la presidencia de la Sociedad Estadio Olímpico a Joaquín Blanco, que presentó su dimisión el pasado miércoles. La despedida de Blanco -"por motivos personales y profesionales", según un comunicado de la Sociedad- es un reflejo de la grave situación económica en la que está inmerso el estadio de La Cartuja. Carmona señaló que ahora comienza una nueva etapa en la que se pretende rentabilizar esta instalación mediante competiciones deportivas en lugar de la celebración de espectáculos musicales. Para ello, los ex futbolistas Andoni Zubizarreta y Emilio Butragueño formarán parte de la empresa como consejeros delegados.
Motivos profesionales
En medio del revuelo olímpico que salpica a Sevilla -todavía el Partido Popular no ha decidido si apoya la candidatura de la capital andaluza a los Juegos de 2012-, el principal emblema de la ciudad del deporte y la aspiración olímpica, el estadio de La Cartuja, ha sufrido un cambio brusco en su Consejo de Administración. El presidente de la Sociedad Estadio Olímpico, Joaquín Blanco, ha presentado su dimisión. El delegado de Urbanismo, el andalucista Rafael Carmona, será su sucesor. Como un búmeran peligroso el estadio de La Cartuja vuelve a manos de sus primigenios promotores. Carmona fue el coordinador general de la obra de construcción de esta instalación deportiva.El plato del estadio de La Cartuja no es especialmente apetitoso. El presupuesto inicial de 13.000 millones acabó desviándose hasta 21.000 millones sin que se dieran explicaciones sobre dónde han ido a parar los 8.000 millones de diferencia. Además, el mantenimiento de las instalaciones cuesta alrededor de 500 millones anuales y hasta el momento han sido infrautilizadas. La deuda actual del estadio supera los 16.000 millones y de momento no hay acuerdo entre las administraciones -Gobierno, Junta, Ayuntamiento y Diputación de Sevilla- para su financiación.
Carmona explicó que la salida de Blanco se debe a "motivos profesionales y personales". El delegado de Urbanismo señaló que tras el cambio en el Gobierno andaluz el nuevo consejero de Turismo y Deportes, José Hurtado, quiere darle un giro a la trayectoria del estadio por lo que la etapa de Joaquín Blanco -"distinguida y eficaz", apuntó- se daba por finalizada. Sin embargo, el todavía presidente del estadio, la dimisión se hará efectiva el 20 de septiembre, declaró ayer a Radio Sevilla que ya tenía la intención de dimitir antes de las elecciones autonómicas. El nuevo enfoque que se le quiere dar a la gestión del estadio pasa por potenciar la celebración de competiciones deportivas en lugar de acoger espectáculos musicales. Carmona explicó que por este motivo dos ex futbolistas pasarán a formar parte del Consejo de Administración de la Sociedad. El ex guardameta de la selección española, Andoni Zubizarreta, se ocupará de la gestión deportiva y el asesor del secretario de Estado para el Deporte, Emilio Butragueño, pasará a ser consejero delegado. También tendrá este cargo Emilio Moreno de la Cova, presidente de Isla Mágica, al que se le ha ofrecido la posibilidad de ser director general.
De momento, Carmona comentó que está confirmado que se dispute la próxima final de la Copa del Rey y se negociando para que se dispute la Supercopa de Europa. También hay conversaciones con la Federación Española de Fútbol para que la selección nacional dispute varios partidos en este estadio.
Carmona admitió que la solución para alcanzar la rentabilidad pasa porque los equipos de fútbol de la ciudad utilicen las instalaciones de La Cartuja. El delegado de Urbanismo dijo que se está en negociaciones tanto con el Betis como con el Sevilla
La posibilidad de que el Betis se vaya al estadio de La Cartuja es más que dudosa cuando este club está construyendo un estadio nuevo. En cuanto al Sevilla, se llegó a firmar un convenio entre este club, la Sociedad Estadio Olímpico y la Gerencia de Urbanismo, por el que el equipo disputaría una serie de partidos La Cartuja a cambio de que Urbanismo recalificara los terrenos de su ciudad deportiva. La oposición en el Ayuntamiento sevillano criticó que el ordenamiento urbanístico de la ciudad dependiera de las necesidades del estadio y un club de fútbol. La operación no cuajó. Carmona insistió en que se sigue negociando con el Sevilla pero fuentes del club aseguraron que desde que el convenio quedó paralizado no se ha vuelto a hablar. Además, quisieron dejar claro que se tendría que negociar desde cero, es decir, el convenio firmado es papel mojado. Blanco confirmó ayer que la negociación con el Sevilla debido al tiempo que se ha perdido resultará bastante más complicada.
Rafael Carmona queda ahora en una situación, por lo menos, comprometida. Como delegado de Urbanismo decidirá si se recalifica la ciudad deportiva del Sevilla lo que ya devino en una agria polémica pero además el presidente que tiene que gestionar la deuda de una sociedad con una serie de empresas constructoras resulta ser la persona responsable de todas las obras que se realicen en la ciudad. Carmona hizo un llamamiento a los partidos para que el estadio no sea utilizado más como arma política.
El portavoz de IU, Luis Pizarro, declaró que "el estadio se hunde y la tropa abandona" y se mostró sorprendido porque Carmona "ponga la cara en una situación tan desastrosa y lamentable" mientras que "su jefe y principal promotor del estadio, Alejandro Rojas-Marcos, fue el primero que abandonó". El concejal del PP, Ricardo Villena, señaló que el estadio es "un enfermo terminal" y desautorizó a Carmona para tomar las riendas de la Sociedad.
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