El fiscal pide que Justicia indemnice a un preso agredido en la cárcel

El fiscal solicitó ayer durante un juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Lleida que se condene a la Generalitat de Cataluña a pagar una indemnización de 40 millones de pesetas a José Maria Prados, un preso que en abril de 1999 estuvo a punto de morir en el centro penitenciario de Ponent cuando otro interno, José Cuenca, intentó quemarlo vivo por venganza. El agresor, que se enfrenta a una pena de 12 años de cárcel por intento de asesinato, no podrá acercarse a menos de 500 metros de distancia de la víctima o de su domicilio durante 5 años. El caso ha despertado el interés de los medios jurídicos por el precedente que supondría. Además, desde diferentes medios se ha criticado la escasez de funcionarios en las cárceles. La brutal agresión se produjo en un momento en que ningún funcionario vigilaba el patio en el que se encontraba un grupo de 80 internos del módulo seis. Cuenca abordó por sorpresa a Prados y le lanzó un bote de disolvente encima. Inmediatamente, sin que éste pudiera reaccionar, prendió fuego a su ropa con un encendedor. La víctima empezó a arder a lo bonzo y salvó la vida porque corrió hacia las duchas, donde consiguió apagar las llamas, y porque fue trasladado inmediatamente al hospital.

El fiscal entiende que la Generalitat debe ser declarada responsable civil subsidiaria del intento de asesinato porque no estableció los controles necesarios para evitarlo. Como consecuencia de la agresión, Prados sufrió graves quemaduras de segundo y tercer grado en el 40% del cuerpo y estuvo 57 días hospitalizado. Además le han quedado secuelas irreversibles en forma de cicatrices en la cara, cuello, tronco y extremidades, y está incapacitado para cualquier esfuerzo físico.