Fujimori presenta como una dimisión la caída de Montesinos y le despide con elogios

Alberto Fujimori aceptó ayer oficialmente la dimisión de Vladimiro Montesinos, jefe del contraespionaje y polémico asesor presidencial. El Gobierno peruano se deshace en elogios hacia Montesinos y le agradece los servicios prestados, según el texto del documento que presentó ayer en la mesa de diálogo con la oposición. Por primera vez el Ejecutivo de Fujimori señala que Montesinos dimitió el pasado 14 de septiembre, el mismo día de la difusión del vídeo en el que sobornaba a un congresista. El Gobierno no pide ningún tipo de excusa y mantiene que Montesinos nunca fue destituido.

La primera reacción a los elogios gubernamentales al asesor refugiado en Panamá procedió de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, que se retiró del diálogo en señal de repudio. El documento afirma que Montesinos participó "de manera significativa en el éxito de la lucha contra el terrorismo, en los logros contra el narcotráfico, en el acuerdo de paz celebrado entre Perú y el vecino país de Ecuador, en las medidas de prevención adoptadas en materia de seguridad regional, así como en seguridad ciudadana".No tardó mucho en reaccionar, airada, la oposición, nada más dejar la mesa de diálogo. Fernando Olivera, líder del Frente Independiente Moralizador (FIM), que filtró a la prensa el vídeo donde Montesinos soborna a un parlamentario y labra lo que a la postre ha sido su caída, y Sofía Macher, representante de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, dijeron sentirse indignados por el contenido de la resolución.

La cúpula militar y el poderoso aparato de inteligencia de Perú han quedado huérfanos desde la salida del país de Vladimiro Montesinos, el sábado por la noche. No en vano, el asesor presidencial era el hombre que manejaba la información más privilegiada de Perú y el que hacía y deshacía en todo lo referente a ascensos y destinos de los uniformados. Diversas fuentes indican que Montesinos acordó con sus generales, antes de viajar a Panamá, la renovación del alto mando que corresponde llevar a término a final de año.

El general José Villanueva Ruesta, jefe del Comando Conjunto, reiteró en el desfile militar del domingo que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional constituyen "una organización monolítica"; sin embargo, los cambios que ya han empezado a producirse en la institución para asegurar el continuismo son indicio de fisuras. En los últimos días, tres generales con una hoja de servicios intachable, pero no precisamente del entorno de Montesinos, han sido dados de baja para evitar un eventual ascenso a puestos de mayor responsabilidad. Esto allana el camino a otros generales adictos a Montesinos para llegar a la cúpula militar. Los generales Juan Yanqui Cervates, jefe del Comando de Instrucción y Doctrina del Ejército, y Luis Cubas Portal, cuñado de Montesinos y jefe de la II Región Militar, son los dos militares con mayores posibilidades de dirigir la institución los próximos años.

Veintidós generales del alto mando pertenecen a la promoción Centenario de Combate del Dos de Mayo de 1866, que se graduó en 1966 en la escuela militar de Chorrillos, la misma de la que salió Montesinos. Todos deberán pasar a retiro en enero. Encontrar sustitutos de probada lealtad era una de las tareas a las que se dedicó con más ahínco en los últimos meses el jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).

Fuentes gubernamentales no ocultan la preocupación por las consecuencias que puede tener a corto plazo en el aparato de inteligencia la ausencia de Montesinos. Era tal el grado de control e información que disponía el asesor, que en estos momentos el SIN está desguarnecido, añaden las fuentes. Es una manera de insinuar que, incluso desde el extranjero, Montesinos puede acabar manejando los hilos del SIN.