El Ayuntamiento no cede a las demandas de un grupo de vecinos del Turó Park

Jardínes Laribal

La presión que está ejerciendo un grupo de vecinos del Turó Park, que ha contado con el respaldo del grupo municipal del PP, no modificará la postura del Ayuntamiento de Barcelona. Imma Mayol, cuarta teniente de alcalde y presidenta del Instituto de Parques y Jardines, afirmó ayer que el Turó Patrk tendrá dos puertas más de acceso cuando se lleve a cabo la reforma proyectada. Asimismo, se mantendrá la ampliación del perímetro de la acera que rodea el parque. Se trata de dos de los puntos de discordia entre un sector de vecinos y el consistorio. Los vecinos -y también el PP- argumentan que abrir más puertas de acceso al Turó Park supondrá el fin del "carácter intimista" del jardín que ideó el paisajísta Nicolau Rubió i Tudurí. También alegaron que supondría un peligro por el paso de vehículos. "Se abrirán dos puertas más para mejorar la accesibilidad del espacio y ello no supondrá ningún menoscabo a la intimidad de los jardínes", replicaba ayer Mayol. En cuanto al paso de los vehículos, el concejal del distrito, Carles Martí, se comprometió a que la calzada tenga un sistema de peraltado para reducir la velocidad de los coches. Mayol manifestó que algunas alegaciones vecinales han sido incorporadas al proyecto, como el mantenimiento del estanque y el pipican, pero otras, no. Entre aquéllas, la ampliación del perímetro de la acera que supone la eliminación del actual espacio utilizado para aparcar: "Ampliar las aceras supone proteger tanto al propio jardín como a los vecinos, que tendrán menos ruído y contaminación y dispondrán de una acera más ancha", remachaba el gerente de Parques y Jardines, Antoni Falcón. Los responsables municipales creen que la tranquilidad del parque depende, en buena medida, de las condiciones del exterior: "Parece claro que cuantos menos vehículos pueda haber será mejor". Los vecinos tampoco están de acuerdo con la ampliación de plazas del nuevo teatro del interior del Turó Park. El consistorio ha proyectado pasar de las 100 plazas actuales a 300.

Mayol presentó ayer el proyecto de reforma de otro espacio en la ciudad; los jardines Laribal, situados detrás de la Fundación Joan Miró. Fueron de los primeros espacios ajardinados de la montaña de Montjuïc, con motivo de los preparativos de la Exposición Universal de 1929. Su autor fue el pasajista francés Jean-Claude Forestier, que contó con la ayuda de Rubió i Tudurí.El jardín arranca detrás de la Fundación Miró y va descendiendo por la curva del paseo de Santa Madrona hasta los jardines del Teatre Grec, lo cual supone una pendiente muy pronunciada del terreno. Actualmente es casi imposible percibir ese espacio, que después de la guerra civil se ha desdibujado tanto por el abandono como por el efecto de actos vandálicos.

La reforma se realizará siguiendo el proyecto inicial de Forestier, aunque respetando parte de la arboleda que existe hoy en día. En su momento, desde esos jardines se tenía una amplia visión de la ciudad, algo que se quiere recuperar en la medida de lo posible, según apuntaron ayer los responsables del proyecto.