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La crisis institucional

(...) El efecto positivo más evidente de la dimisión del vicepresidente argentino Carlos Álvarez (...) reside en el mensaje moral (...): (...) es necesario eliminar los focos de corrupción enquistados (...) como producto de un sistema espúrio de financiación de la política. Un caso paradigmático (...) ha sido el de los mecanismos de soborno imperantes en el Senado, (...) que debería ser rápidamente liberado de la presencia de quienes aparecen como los principales sospechosos del escándalo de las coimas. Sería lamentable que el único saldo de este vergonzoso episodio fuera el alejamiento de quien más bregó por su esclarecimiento. (...) El país espera que el puñado de senadores señalados (...) se sientan moralmente forzados a dejar el cargo que ocupan (...) y asuman la responsabilidad política.El 10 de octubre de 2001 la ciudadanía podría estar ya concurriendo a las urnas para elegir, por el voto directo, a los nuevos senadores de la Nación. (...) El problema (...) consiste en encontrar la manera de que el Senado logre sobrevivir, aunque fuere con muletas, un año más. (...) Lo que corresponde esperar es un cambio de raíz en los hábitos de la política y, sobre todo, en lo que respecta a su financiamiento. (...) Es indispensable que la comunidad política comience a trabajar sin descanso, a partir del gesto de Carlos Alvarez, para sanear los métodos de financiamiento de la política. (...) El alejamiento del vicepresidente -no se puede ocultar- crea un estado de vulnerabilidad institucional ante el cual será necesario permanecer alerta. (...)

, 8 de octubre

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