Martínez Sarrión vuelca su inconformismo vital en el libro 'Esquirlas'

Antonio Martínez Sarrión (Albacete, 1939) presentó ayer en Madrid su última obra, Esquirlas (Alfaguara). El libro podría considerarse como una continuación de Cargar la suerte, texto que supuso en 1995 una primera selección de sus diarios, y en el que se mantiene, igualmente, una patente actitud de inconformismo vital.Dos representantes de la generación de los novísimos se dieron cita en la presentación de Esquirlas: El propio autor y el poeta y escritor Luis Antonio de Villena, que señaló que el libro de Martínez Sarrión sigue teniendo muchos de los presupuestos de aquel movimiento. "Incluso llama la atención repasando el libro la cantidad de nombres propios y de referencias continuas no sólo a la literatura, sino también al cine, y en menor medida a la pintura y a la música", afirmó De Villena.

En todo momento quedó subrayada la presencia en el libro de una actitud inconformista que De Villena sitúa en esta ocasión en la literatura del yo: "Hay un tono frecuentemente cabreado, enfrenta las cosas diarias, con apuntes políticos, que producen una sensación de vivir en un mundo falto de categoría, la obra es todo menos light". Martínez Sarrión aludió también al término: "Lo que se opone a lo light es estar al filo de la navaja, también tengo mis caídas en la melancolía y en el inconformismo pero trato de que exista una vigilancia crítica respecto a todo".

Mientras el autor calificó su libro de dietario, De Villena habló de diario. Martínez Sarrión afirmó que "en un dietario se produce un retraso del escritor con respecto a lo que está contando y este libro es fundamentalmente un dietario, al margen de un par de incursiones en otro género".

El libro podría situarse cronológicamente en el periodo que va de la muerte de Juan Benet al fallecimiento de Claudio Rodríguez, escritores con los que Martínez Sarrión tuvo gran amistad".