Iberdrola participará en la privatización y venta de compañías eléctricas de Italia y de Alemania

Iberdrola, en proceso de fusión con Endesa, ha presentado sendas "declaraciones de interés" ante los Gobiernos de Alemania y de Italia para participar en los procesos de privatización del grupo Enel (Italia) y de venta de activos de RWE-VEW y de Viag-Veba en Alemania. Según los analistas, Endesa e Iberdrola están diseñando un plan de intercambio de activos con compañías europeas respaldado por el Gobierno. Por otra parte, el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, afirmó ayer que el Gobierno mantendrá la reducción de tarifas eléctricas del 9% en tres años decidida en junio.

Iberdrola confirmó ayer la presentación, el pasado mes, de las "declaraciones de intenciones" ante las autoridades alemanas e italianas para adquirir activos en esos países. En el caso de Alemania, Iberdrola está interesada en los activos de generación hidráulica (713 megawatios) de la compañía Viag y en la distribuidora de electricidad Envia (1,2 millones de clientes), controlada esta última en un 63% por RWE. Tanto Viag, en proceso de fusión con Veba (la nueva empresa se denomina E.On), como RWE -en proceso de fusión con VEW- están obligadas a desprenderse de activos para que sus respectivos planes de unión empresarial sean autorizados por las autoridades de la competencia. Iberdrola aspira a controlar el 100% de la distribuidora de electricidad Envia y seis plantas de generación de Viag.

En Italia, la compañía que preside Íñigo Oriol quiere estar presente en el proceso de privatización del gigante Enel. El Gobierno italiano prevé su venta en tres fases, la primera de las cuales afectará a 5.000 de los 15.000 megawatios que saldrán al mercado.

De los planes de Iberdrola y de Endesa en Italia (Enel), Francia, donde Endesa ha adquirido el 30% de SNET, y Alemania, los analistas concluyen que existe un plan conjunto de ambas compañías para abonar el terreno con vistas a posibles intercambios de activos. Esa posibilidad cuadra con la obligación de la nueva Endesa-Iberdrola de desprenderse de activos de generación y de distribución para que las autoridades aprueben su concentración.

Ninguna de las dos empresas españolas admiten esa coordinación en sus planes, recogida al menos en un informe de la consultora Schröder Salomon Smith Barney dado a conocer ayer por Europa Press. Según dicho informe, la nueva Endesa Iberdrola, con el apoyo del Gobierno español, tratará de intercambiar activos con la italiana Enel y con las francesas EdF y Suez Lyonnaise des Eaux (propietaria de la belga Tractebel) con el fin de evitar que bajen las tarifas de electricidad en sus respectivos mercados. El informe de Schröder tiene cierto peso si se tiene en cuenta que esta consultora asesora el proceso de ventas en Alemania.

Coordinación

Sin embargo, fuentes de Endesa han calificado estas informaciones de "valoraciones un tanto precipitadas". Según la compañía que preside Rodolfo Martín Villa, no existe coordinación con Iberdrola en los planes de salida a Europa, "aunque en el caso de Italia, cada compañía sabía qué iba a hacer la otra".Tanto Endesa como Iberdrola niegan que su propósito sea controlar la bajada de tarifas que se prevé en el sector por el aumento de la competencia. No obstante, ambas compañías comparten la opinión de que en España las tarifas deberían subir el próximo año al menos un 3%, ya que con los precios actuales de la luz y del gas los planes de construcción de nuevas plantas de generación con gas (ciclo combinado) no serán rentables.

Sobre esa petición de las compañías eléctricas, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, fue ayer rotundo. Según dijo, el Gobierno mantiene las medidas liberalizadoras aprobadas en junio y que prevén una bajada máxima de las tarifas del 9% en los próximos tres años.

El Gobierno recibirá en las próximas horas el informe sobre la fusión Endesa Iberdrola encargado a la Comisión de la Energía. Aunque no es vinculante, el análisis de la Comisión puede ser clave para que el Ejecutivo concrete las condiciones para autorizar la fusión, de las que depende, a su vez, el futuro del sector en España y su relación con los consumidores.