Londres niega a España cualquier competencia sobre la base de Gibraltar
La prolongada estancia del submarino nuclear Tireless en la colonia de Gibraltar no permitirá a España arañar algo de soberanía británica sobre el Peñón. En términos educados pero nítidos el secretario del Foreign Office, Robin Cook, en respuesta a una carta de su homólogo español, Josep Piqué, acaba de rechazar la aspiración española de tener algún tipo de competencia sobre la base naval en la que atracó hace más de seis meses el sumergible tras detectar una fisura en el sistema de refrigeración del reactor atómico.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, envió el 25 de octubre una carta a su homólogo británico en la que, además de quejarse de que ningún técnico español había podido visitar el submarino, afirmaba: "La existencia de una base militar en la colonia de Gibraltar conlleva unos riesgos potenciales que España no puede admitir que sigan perdurando sin que dispongamos de un marco de toma de decisiones" que tenga en cuenta los legítimos intereses españoles.Casi un mes después, el 20 de noviembre, Cook contestó a la misiva manifestando su "satisfacción" por haber podido organizar la visita de dos técnicos españoles al Tireless y también por la creación de "un grupo de trabajo ad hoc" hispano-británico que, señala, no tiene otras implicaciones más que el asunto del submarino, según indican fuentes diplomáticas.
Con esta frase el ministro británico deja claro que el comité o el grupo hispano-británico, sólo sirve desde finales de octubre, cuando fue formalizado tras la visita a Madrid del primer ministro británico, Tony Blair, para facilitar información a las autoridades españolas sobre el sumergible y ni tiene ni va a tener competencia alguna sobre la base naval.
El Gobierno de Gibraltar sostenía hasta ahora que este comité era un "caballo de Troya" de la diplomacia española que le iba a permitir inmiscuirse en los asuntos de la colonia empezando por la base naval.
A instancias del Ejecutivo que encabeza Peter Caruana, la Asamblea legislativa del Peñón aprobó por unanimidad el 20 de noviembre, el mismo día en que Cook mandó su carta, una resolución instando al secretario del Foreign Office a responder de una vez a Piqué rechazando su reivindicación sobre la base.
Caruana criticó también a Londres por haber aceptado la presencia a bordo del Tireless, durante unas horas a principios de noviembre, de los dos técnicos calificándola de "inaceptable" intromisión española en los asuntos de Gibraltar. El recorrido a bordo de los dos expertos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) español fue, sin embargo, limitado y no incluyó la sala de máquinas ni el entorno del reactor, consideradas como un área secreta.
El Consejo de Seguridad Nuclear opina que el único momento en el puede existir cierto riesgo de contaminación radioactiva es, una vez efectuada la reparación de la avería, cuando se vuelva a encender el reactor. Por eso desea asistir a las pruebas de presión previas a su puesta en marcha para estar asegurarse de su buen funcionamiento y de que la bahía de Gibraltar no corre peligro de contaminación radiológica.
El Gobierno español ha transmitido esta petición al británico pero, por ahora, no ha recibido ninguna respuesta. Para presenciar esta prueba es necesario entrar en la sala de máquinas, a menos que las indicaciones de sus instrumentos sean observadas desde fuera a través, por ejemplo, de un circuito cerrado de televisión.
En su carta, Cook no da indicación alguna sobre cuándo podría estar acabada la reparación. Expresa simplemente su confianza de que el Tireless pueda zarpar de Gibraltar "tan pronto como sea técnicamente posible".
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