Jaén y Córdoba explotan el potencial cinegético como recurso turístico
,Antonio Chamocho organiza monterías en la Sierra de Andújar (Jaén) desde poco antes de la guerra civil. Entre sus clientes han figurado el general Franco y el Rey. Pero las monterías de antaño nada tienen que ver con el emergente negocio económico actual. Más de 400 personas de España y el extranjero participaron en el puente festivo en las seis monterías organizadas en Andújar. El coste medio por persona oscila entre las 250.000 pesetas y el millón. Jaén y Córdoba son las provincias con mayor potencial cinegético de Andalucía.
Más de la mitad de la superficie destinada en la región a reservas y cotos nacionales de caza se encuentra en la provincia jiennense, en concreto en los cotos de Cazorla y Segura, Lugar Nuevo y Selladores-Contadero. Los dos últimos, ubicados en el interior del parque natural de la Sierra de Andújar, están administrados por el Icona y constituyen el último reducto verde en Andalucía de la Administración central, que se resiste a ceder las transferencias amparándose en razones estrictamente de protocolo.En los últimos años han proliferado en Jaén las empresas dedicadas a la organización de monterías, la especialidad por excelencia de caza mayor que se desarrolla en fincas de más de 500 hectáreas y que se caracteriza por las rehalas de perros que dirigen las piezas (jabalíes, ciervos, gamos o muflones) hasta los puestos de caza. Batida, gancho, ojeo y rececho son otras disciplinas en caza mayor.
Antonio Chamocho, creador de la empresa cinegética que ahora dirigen sus hijos, manifiesta que entre los participantes en las tres monterías que han organizado en este puente festivo figuran cazadores llegados desde Francia y Alemania. Las empresas alquilan las fincas privadas a sus propietarios y, a cambio, cobran elevadas cantidades a los monteros por una jornada de caza. "Ofertamos todos los servicios necesarios: transporte, personal de apoyo, postores, comidas y, sobre todo, guía", asegura este veterano montero.
Los precios de las monterías guardan una relación directa con la cantidad y calidad de los trofeos, entre los que el muflón parece ser la pieza más codiciada. "Antiguamente, las monterías se organizaban por invitaciones; ahora, en cambio, todo se mueve alrededor del dinero", indica este empresario que va a organizar un total de 23 monterías entre octubre y febrero. También una veintena de batidas promueve al año la firma Monterías Cencerra, que incluso exporta la carne de ciervo a varios países de la Unión Europea, debido a su alta cotización. Ayer mismo, más de 120 personas participaban en una montería en la finca de Navalasno Viejo, una de las muchas que en la Sierra de Andújar y Sierra Morena son arrendadas para su explotación cinegética.
Se estima que la caza mayor mueve en Andalucía más de 10.000 millones de pesetas al año. No todo el dinero va a parar a las empresas que se dedican a organizar monterías. El contingente ha de completarse con los carniceros, veterinarios, guardas forestales, taxidermistas y hasta la Guardia Civil, que se encarga de comprobar que todos los participantes cumplen con las exigencias mínimas: licencia de caza y permiso de armas.
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