El presidente del Gobierno encarga a Trillo que acometa una Revisión Estratégica de la Defensa
Modernización
La Directiva de Defensa Nacional 1/2000, el documento básico de la política de defensa, que acaba de firmar José María Aznar, encarga al ministro Federico Trillo que aborde una Revisión Estratégica de la Defensa, algo que nunca se ha hecho en España pero es práctica habitual en EE UU. El objetivo de esta revisión, que se quiere acometer con el mayor consenso parlamentario, social e institucional, es integrar la defensa española en el marco de la seguridad compartida con los socios de la UE y la OTAN y determinar las capacidades militares necesarias para cumplir los compromisos asumidos.La nueva directiva, de cuyo contenido fue informada la Junta de Defensa Nacional reunida el pasado 30 de noviembre en la Zarzuela bajo la presidencia del Rey, es la segunda que firma Aznar y viene a sustituir a la vigente desde 1996.
El nuevo documento, más breve que el anterior, marca los objetivos prioritarios de la política de Defensa para la actual legislatura, que resume en tres puntos:
- Garantizar la seguridad y defensa de España y de los españoles en el marco de la seguridad compartida y la defensa colectiva con los socios y aliados.
- Contribuir a las misiones de ayuda humanitaria y operaciones de paz que realicen las organizaciones internacionales a las que pertenece España.
- Fomentar la conciencia de defensa nacional en la sociedad a través de la cultura de defensa.
Para lograr estos objetivos, la directiva marca ocho líneas básicas a desarrollar en los próximos años, la primera de las cuales es precisamente la Revisión Estratégica de la Defensa. Se trata, según las fuentes consultadas, de someter a un examen exhaustivo la situación de las Fuerzas Armadas para adaptarlas al nuevo entorno estratégico y a los limitados recursos humanos y presupuestarios. La profesionalización ha obligado a reducir a un máximo de 150.000 los efectivos militares, una cifra insuficiente para atender la actual estructura de los ejércitos, a pesar de las fuertes reducciones ya experimentadas, lo que obliga a marcar prioridades y a potenciar las capacidades necesarias para atender los compromisos internacionales asumidos con la OTAN, la UE o la ONU. En especial, la capacidad de proyectar fuerzas y sostener operaciones durante un periodo prolongado lejos de las fronteras.
Según la directiva, el Consejo de Ministros, a propuesta de Defensa, adoptará las medidas necesarias para formar un equipo encargado de acometer esta Revisión Estratégica de la Defensa.
Las restantes líneas maestras de la política de defensa están íntimamente ligadas a la anterior. Se pretende, por ejemplo, culminar la implantación y consolidación del modelo de Fuerzas Armadas profesionales, con especial atención a la enseñanza y a la calidad de vida de los soldados y marineros profesionales.
También apuesta por desarrollar los programas de modernización en curso y programar las nuevas adquisiones, buscando la interoperatividad entre los ejércitos y con los aliados; por racionalizar la organización de la Defensa, la estructura de las Fuerzas Armadas y las necesidades de infraestructura; o por intensificar la acción conjunta como principio de actuación, integrando las capacidades de los tres ejércitos con la mayor eficacia posible.Del texto de la directiva no se deduce que los presupuestos asignados a Defensa vayan a incrementarse sustancialmente en los próximos años. Al contrario, el documento apuesta por adecuar los recursos necesarios para la modernización de las Fuerzas Armadas a la política económica del Gobierno, reformando los actuales procedimientos de gestión y contratación para obtener el máximo ahorro.
La directiva concibe la política de defensa como un complemento de la política exterior, para lo que se remite al nuevo Consejo de Política Exterior, y apuesta por un impulso decidido a la naciente Política Europea Común de Seguridad y Defensa.
En plena polémica por la privatización de Santa Bárbara y su eventual venta a una empresa de EE UU, el documento marco de la política española de defensa apuesta por la colaboración en materia de industria militar en el marco de la UE.
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